Científicos españoles buscan voluntarios ciegos para una investigación pionera que estimula la visión

El primer éxito lo han obtenido con una mujer de 57 años, ciega desde hace 16, que ha conseguido distinguir letras, formas e incluso colores.

Investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UHM) de Alicante, al este de España, están reclutando voluntarios ciegos para participar en nuevos experimentos basados en una tecnología pionera para estimular la visión.

El nuevo implante que han creado, basado en microelectrodos intracorticales, es capaz de inducir la percepción de formas y letras en una persona ciega. Ya lo han probado con éxito en una primera paciente, una mujer de 57 años, ciega desde hace 16, que ha sido capaz de percibir letras e identificar la silueta de algunos objetos e incluso algunos colores.

El estudio ha demostrado que la implantación en el cerebro de este microdispositivo se puede realizar de forma segura y que, a través de la estimulación directa de la corteza cerebral, produce percepciones visuales con una resolución mucho más elevada de la que se había conseguido hasta la fecha con otros dispositivos.

Los resultados de este primer experimento, llevado a cabo por el grupo de Neuroingeniería Biomédica de la UMH, dirigido por el catedrático de Biología Celular Eduardo Fernández Jover, han sido publicados en la revista Journal of Clinical Investigation.

La investigación comenzó en diciembre de 2020, cuando realizaron con éxito un experimento similar en primates. Sin embargo, "este trabajo va un poco más allá", explica Fernández Jover: "Hemos implantado [los microelectrodos] en el cerebro de una persona completamente ciega durante más de 16 años", siendo la primera vez que se realiza un implante cerebral de este tipo en una persona invidente.

Los resultados, según explica el experto, son muy alentadores para el desarrollo de una neuroprótesis visual que pueda ayudar a personas ciegas o con baja visión residual a mejorar su movilidad e, incluso, de una forma más ambiciosa, a percibir el entorno que las rodea y orientarse en él.

El dispositivo implantado, de tan solo 4 milímetros de lado, se trata de una pequeña matriz tridimensional de 100 microelectrodos para comunicarse con las células cerebrales de forma bidireccional.

Además, "la cantidad de corriente eléctrica necesaria para inducir percepciones visuales con este tipo de microelectrodos es mucho menor que la que se necesita con electrodos situados en la superficie del cerebro, lo que se traduce en una mayor seguridad", añade el científico de la UMH.

El dispositivo se completa con unas gafas que incorporan una retina artificial que imita el funcionamiento del sistema de visión humana. Esta retina capta el campo visual frente a la persona que las porta y lo transforma en impulsos eléctricos optimizados para estimular las neuronas de la corteza visual.

Se 'aprende' a volver a ver

También se ha comprobado que se produce un proceso de aprendizaje con el tiempo, por lo que con el entrenamiento adecuado cada vez es más fácil reconocer distintos patrones.  Para facilitar este proceso, el equipo de investigadores creó varios videojuegos, como una variación del clásico Pac-Man o un juego basado en Los Simpson.

El estudio también concluye la necesidad de perfeccionar esta técnica para atender a personas cuyas cegueras no pueden beneficiarse de otras tecnologías, así como que el cerebro humano sigue siendo capaz de procesar información visual incluso después de muchos años de ceguera.

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