Las Fuerzas Armadas de China realizaron por primera vez una prueba de explosión submarina que simulaba un ataque a un muelle hostil de gran altura, informa Global Times. El ensayo simuló escenarios de casos reales y representó el daño de diferentes tipos de armas detonadas a diferentes distancias.
Los explosivos submarinos fueron detonados con éxito y demolieron completamente el muelle con una potente explosión, comunicó el sábado la Televisión Central de China (CCTV). Para la prueba se instalaron numerosos sensores en puntos estructurales clave, gracias a lo cual se recopilaron cerca de 1.000 datos para ser analizados posteriormente.
Según expertos militares, la gran cantidad de información recopilada puede utilizarse en futuros combates para planificar ataques contra puertos enemigos, lo que puede contribuir a cortar sus líneas de suministros.
Las bases navales y los puertos son centros neurálgicos en los sistemas de combate hostiles, ya que los buques de apoyo logístico deben moverse con frecuencia entre ellos y las líneas del frente para transportar suministros, incluidas las municiones y el combustible, detalló Zhao Pengduo, subdirector del Programa de Pruebas de Demolición de Puertos Navales.
"Si podemos utilizar formas sigilosas, como las explosiones submarinas para destruir los puertos, podemos acabar con los potenciales de guerra del enemigo", dijo.
Según explicó a Global Times un experto, que pidió el anonimato, esta táctica puede desempeñar un papel importante en muchos escenarios de combate, incluido el de contrarrestar la guerra naval de EE.UU. dirigida contra China.
El especialista señaló que, dado que Washington entiende ahora que sus grandes buques y las grandes instalaciones militares cercanas al territorio chino son vulnerables a los ataques, está dispersando sus fuerzas en lugares más pequeños con la esperanza de dificultar una ofensiva del país asiático. Sin embargo, esto hace que el apoyo logístico, las comunicaciones y el mando sean más complicados, agregó.
Con los puertos destruidos el apoyo logístico del enemigo fracasará y una fuerza de combate dispersa, que depende en gran medida del apoyo logístico, tampoco tendrá éxito, concluyó el especialista.