Tras una orden de un tribunal de EE.UU., los hipopótamos que fueron propiedad del narcotraficante colombiano Pablo Escobar serán reconocidos como personas jurídicas en el país norteamericano.
El caso involucra una demanda impulsada por Animal Legal Defense Fund contra el Gobierno de Colombia para evitar la matanza de aproximadamente 100 hipopótamos, cuyo número aumenta a un ritmo acelerado y representan una amenaza para la biodiversidad.
La organización presentó una solicitud en nombre de los demandantes, identificados como la "comunidad de hipopótamos que vive en el río Magdalena" en Colombia, en la que pidieron a la corte del distrito de Cincinnati que otorgara el estatus de "personas interesadas" a estos animales, con el fin de destituir a dos expertos en vida silvestre con experiencia en esterilización no quirúrgica que residen en Ohio.
Animal Legal Defense Fund señalaron un estatuto federal que permite a cualquiera que figure como "persona interesada" en una demanda extranjera solicitar a un tribunal federal tomar declaraciones en EE.UU. en apoyo de su caso en el extranjero.
El grupo que lucha por los derechos de los animales considera que la orden de la corte, que reconoce a los hipopótamos como "personas jurídicas por primera vez en EE.UU.", es una victoria histórica.
Christopher Berry, abogado principal de Animal Legal Defense Fund, señaló que el dictamen "es parte de un movimiento más grande para defender que los intereses de los animales estén representados en los tribunales".
Sin embargo, el veredicto no tendrá ningún peso en Colombia, donde viven los hipopótamos, aclaró Camilo Burbano Cifuentes, profesor de derecho penal de la Universidad Externado de Colombia, a la agencia AP.
"El fallo no tiene impacto en Colombia porque solo tiene impacto dentro de sus propios territorios. Serán las autoridades colombianas las que decidan qué hacer con los hipopótamos y no los estadounidenses", explicó.
Los hipopótamos en cuestión son descendientes de tres machos y una hembra que en 1981 Escobar llevó ilegalmente a su hacienda Nápoles, ubicada en el departamento de Antioquia. Tras su asesinato en 1993, el Gobierno tomó el control de su propiedad, pero no de los ejemplares de esta especie, los mismos que se reprodujeron y ahora se cree que podría haber entre 80 y 100 hipopótamos deambulando por la zona.