Una jueza española retira la custodia a una madre que vive en "la Galicia profunda" y se la da al padre que reside en una ciudad "cosmopolita"

Una disputa judicial por la patria potestad de un niño culminó con un fallo en el que la jueza decidió retirar la custodia a la madre, argumentando que la mujer vivía en "la Galicia profunda", y otorgándosela al padre porque reside en Marbella, "una ciudad cosmopolita".

La polémica por el auto surgió debido al argumento esgrimido por la magistrada del juzgado de Primera Instancia Número 7 de Marbella, María Belén Ureña Carazo, para despojar a la madre de la custodia, luego de que la mujer se llevara al menor de edad hasta la localidad gallega de Muros y Noia, en la provincia de A Coruña, sin autorización expresa del padre.

"Marbella es una ciudad cosmopolita, que tiene todo tipo de infraestructuras (...) para el adecuado desarrollo de la personalidad de un niño y para que crezca en un ambiente feliz. Lo que no sucede con la pequeñísima población en la Galicia profunda, a la que se ha trasladado la madre, lejos de todo", se lee en el fallo, lo que provocó la indignación de organizaciones rurales, políticos gallegos y un intenso debate en las redes sociales.

"Y ni tan mal"

De acuerdo a lo relatado por el juzgado, la pelea judicial comenzó porque la madre habría trasladado al niño a Galicia sin el consentimiento del padre, de quien estaba separada. Por ese motivo, el progenitor interpuso  una querella para obtener la custodia del menor de edad.

Aparentemente, el padre le había planteado a su expareja una custodia compartida, con la condición de que ella decidiera quedarse a vivir en Marbella. En caso de que la mujer se marchara a Galicia, él iría por la custodia exclusiva, lo que finalmente obtuvo. 

Pero el caso ha tenido alta resonancia en los medios, no por la disputa en sí sobre la custodia del menor, sino porque el argumento de la "Galicia profunda" ha reavivado un debate sobre la discriminación a los pueblos en España, al punto que organizaciones como la UPA y Fademur emitieron un comunicado de condena enérgica contra Ureña Carazo, por considerar que el auto de la jueza "no tiene parangón en su desprecio al medio rural y a los principios constitucionales más básicos".

"El auto debe ser considerado como inconstitucional al no respetar los más básicos principios de igualdad entre ciudadanos y ciudadanas", apuntan ambas organizaciones, al tiempo que consideran que bajo los parámetros del fallo de la jueza, "ningún agricultor o ganadera tendría derecho a criar a sus hijos en su pueblo, en su hogar".

A la polémica se sumó el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien posteó un tuit aludiendo los dichos de la jueza de Marbella: "Algunas expresiones no son las más afortunadas. Yo fui un niño de la Galicia profunda y... ¡ni tan mal!", escribió el funcionario, quien acompañó el trino con una foto suya de cuando era bebé.

Este martes, el Parlamento gallego también aprobó una declaración institucional para rechazar los "prejuicios y estereotipos" que contiene el fallo, ya que no solo arremete contra la decisión de la madre de llevar al niño a un pueblo, sino que hace una valoración negativa sobre el medio rural.

En la declaración, los diputados gallegos condenaron la expresión "Galicia profunda", por considerarla una valoración peyorativa e injustificada del país que resulta inadmisible en cualquier contexto, más aún en una resolución judicial"

Prejuicios de género

El auto, que describe a la madre como "caprichosa, egoísta, inmadura, agresiva e irrespetuosa", afirma que la mujer "no ha acreditado causa alguna que justifique el traslado del menor a Galicia, más allá de su mera conveniencia personal", por lo que resuelve el retorno del niño a Marbella bajo la custodia exclusiva del padre.

Además, en varias partes del documento se insiste en el hecho de que ella no tiene un empleo remunerado y se otorgan datos, aparentemente irrelevantes, como el hecho de que "le dio pecho [al niño] tan solo un mes". La defensa de la madre ha dejado claro que la madre no trabajaba porque se dedicaba de manera exclusiva al cuidado del bebé.

En cambio, califican al hombre como un "padre entregado", una "persona madura y estable emocionalmente" y que "tiene un proyecto coherente de vida", además de que "es médico, con un trabajo fijo, bien remunerado y con flexibilidad horaria". El evidente contraste en que ambas partes son tratadas por la jueza ha llevado a varias personas a denunciar que el fallo es "machista y clasista".

De hecho, en una parte del auto se lee una argumentación sobre cuestiones de género que concluye, para defender la custodia exclusiva al padre, que "no hay que dar por supuesto que una madre, por el hecho de ser mujer y haber parido a un hijo (...) está más capacitada o tiene cualidades o habilidades especiales para cuidar mejor a un niño, especialmente, si es de corta edad".

Apelación en puertas

Los abogados de la madre recurrirán el fallo tras haber presentado una queja formal ante la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial. Según ellos, la magistrada no actuó de manera imparcial: "Lo que hizo esta jueza fue discriminar a nuestra clienta e insultar a la Galicia rural", aseveró la letrada Claudia Traba Santos.

Asimismo, los defensores afirman que la jueza hizo caso omiso a las pruebas presentadas por la madre y que en el auto hay un "ensañamiento dialéctico" contra su cliente. "Son cuatro líneas de descalificaciones hacia nuestra patrocinada", recalcaron.

Entretanto, los abogados del padre alegan que los medios hicieron una lectura tergiversada y sacada de contexto de la sentencia, por lo que ponen el foco en el hecho de que la madre se llevó al hijo a Galicia de manera unilateral e ilícita, ya que el padre se opuso a esa decisión. 

"Da igual donde se haya trasladado, lo importante es que lo ha hecho sin autorización del padre ni autorización judicial", aseveró la letrada Lola Casares.

En redes sociales, mientras tanto, las opiniones se dividen entre quienes consideran peyorativa la resolución, en lo que respecta a los entornos rurales, y los que insisten en que lo que debería visibilizarse no es la opinión de la jueza sobre Galicia, sino el hecho de que la madre trasladó a su hijo a un lugar alejado del padre, sin un acuerdo entre ambos.