El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha bajado unos 20 kilos de peso, pero se mantiene sano y está tratando de aumentar la lealtad de la población hacia su persona ante el empeoramiento de los problemas económicos en el país, según la agencia de espionaje de Corea del Sur.
Durante una sesión informativa parlamentaria a puerta cerrada, el Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano (NIS) dijo que utilizó técnicas de inteligencia artificial, el análisis de un video a superresolución del líder norcoreano y otros métodos para investigar su condición, recoge la agencia AP.
Asimismo, negó las especulaciones de algunas publicaciones en EE.UU. sobre la posibilidad de que sea un doble de Kim el que haya figurado en sus últimas apariciones públicas.
La salud de Kim, de 37 años, ha sido foco de gran atención externa en los últimos meses después de aparecer notablemente más delgado en las fotos y videos de los medios estatales norcoreanos, lo que genera frecuentes discusiones en torno a las imprevisibles implicaciones políticas que tendría que quedara incapacitado para el cargo por motivos de salud.
Sin embargo, observadores de Corea del Norte desde hace tiempo han dicho que Kim no tiene problemas de salud aparentes y que su pérdida de peso es probablemente el resultado de sus esfuerzos por mejorar su físico.