La Justicia belga dificulta la extradición del rapero español Valtònyc al eliminar la ley de injurias a la Corona

Este jueves el Tribunal Constitucional (TC) de Bélgica ha tumbado la ley de injurias a la Corona de ese país, al considerarla una ley inconstitucional por atentar contra la libertad de expresión, a raíz del caso del rapero español Josep Miquel Arenas, conocido como Valtònyc.

Valtònyc fue condenado en España a tres años y medio de cárcel por los delitos de injurias a la Corona, enaltecimiento del terrorismo y amenazas; todo ello a partir del análisis de las letras de algunas de sus canciones que estaban accesibles en Internet de forma gratuita. Tras la condena, en 2018, el rapero huyó a Bélgica para escapar de la Justicia española y, desde entonces, pesa sobre él una orden de extradición que se está dirimiendo en los juzgados belgas.

Ahora la posibilidad de que esa extradición se produzca parece más lejana. El TC belga, preguntado por el Tribunal de Apelación de Gante, ha dictaminado que la normativa belga, que data de 1847 y que pena con hasta tres años de cárcel a quienes profieran insultos contra el rey, no se ajusta a la Constitución belga ni al Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Así, este delito no permitirá la extradición del artista, aunque la decisión final todavía está en manos de la instancia de Gante, que debe examinar el resto de delitos por los que Valtònyc es reclamado.

Un largo camino judicial

Desde que España emitió la euroorden de detención y entrega, el proceso judicial ha recorrido un largo camino. En un primer momento un tribunal de primera instancia denegó la entrega, en septiembre de 2018, por lo que la decisión pasó a ser potestad de la instancia superior de Gante.

Esta instancia, en primer lugar, preguntó al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) si podía aceptar la extradición por la vía rápida por el delito de enaltecimiento del terrorismo, como solicitaban las autoridades españolas, y la respuesta de Luxemburgo fue negativa.

Después, hace aproximadamente un año, el Tribunal de Apelación se dirigió al TC belga para preguntarle si la normativa que castiga las injurias sobre la Corona es compatible con la libertad de expresión.

Tras su análisis, este órgano ha concluido que se trata de "una pena especialmente severa". "Ni la irresponsabilidad del Rey ni la posición simbólica que ocupa en el Estado pueden justificar que la reputación del rey esté más protegida que la reputación de otras personas", establece la resolución, que añade: "No responde a una necesidad social imperiosa y es desproporcionada con el objetivo de proteger la reputación de la persona del rey".

Asimismo, el dictamen alude a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y sostiene que la criminalización de los insultos al monarca belga no es necesaria en la sociedad democrática actual. Además, sostiene que las opiniones críticas contra instituciones, personajes públicos o el sistema constitucional de un Estado se enmarcan en la libertad de expresión.

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Ahora el Tribunal de Gante debe dilucidar si el resto de delitos, enaltecimiento del terrorismo y amenazas, son homologables a la legislación belga, requisito indispensable para poder tramitar la euroorden.

En cualquier caso, la decisión que tome esta institución todavía podrá ser recurrida en última instancia ante el Tribunal de Casación de Bélgica.

Raperos condenados y libertad de expresión

El rapero ha celebrado la decisión con varias publicaciones en su perfil oficial de Twitter. En una de ellas ha colgado una imagen suya junto a dos integrantes de su equipo legal acompañada de la frase 'Injurias a la Corona FC' entre dos copas doradas. En otra ha escrito: "Desde siempre he tenido claro que quería poner mi caso en manos de los derechos fundamentales por beneficio colectivo. Lo hemos conseguido, hemos ganado y Bélgica elimina las injurias en la corona del código penal".

El de Valtònyc no es el único caso controvertido que involucra a raperos por el contenido de sus canciones o sus expresiones en Twitter. Otros cantantes han tenido que enfrentarse a los juzgados, como César Strawberry y los integrantes de La Insurgencia. Sin embargo, el caso más conocido ha sido el de Pablo Hàsel, cuya detención y encarcelamiento provocó más de una semana de disturbios en Barcelona el pasado febrero.

Desde hace varios años, España vive un debate acerca de si determinados tipos de su Código penal, como el enaltecimiento del terrorismo, las injurias a la Corona o la ofensa a los sentimientos religiosos, están cercenando el derecho a la libertad de expresión y pueden ser utilizados para acabar con la crítica política o ideológica.