Un grupo de científicos de la NASA publicó este 28 de octubre en la revista Science un estudio en el que dan respuesta a una pregunta que durante décadas ha intrigado a los astrónomos: ¿qué tan profunda es la Gran Mancha Roja de Júpiter?
Hasta hace relativamente poco, la única forma que existía para estudiar a Júpiter era examinarlo desde lejos, ya fuera desde el telescopio espacial Hubble de la NASA (que orbita alrededor de nuestro planeta) o desde otros telescopios ubicados en tierra. Dichos instrumentos ayudaron a precisar numerosos detalles sobre la Gran Mancha Roja, una enorme tormenta de forma ovalada ubicada en el hemisferio sur de Júpiter que, según estimaciones, podría haber surgido hace más de 300 años y se caracteriza por una fuerte rotación anticiclónica que hace que las nubes que la conforman giren en sentido contrario a las agujas del reloj.
El diámetro de la tormenta es de más de 16.000 kilómetros de ancho, lo bastante grande como para englobar el diámetro completo de la Tierra. Sin embargo, los científicos solo contaban con suposiciones sobre su posible profundidad.
"Algunos de ellos especularon que iba a ser muy, muy poco profundo, estamos hablando de decenas de kilómetros", le dijo a The Verge Marzia Parisi, científica investigadora del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, quien puntualiza que otros pensaron que la tormenta podía "llegar hasta el núcleo de Júpiter".
Ahora, con ayuda de la sonda espacial Juno de la NASA (que orbita a Júpiter y ha pasado en varias ocasiones por encima de la tormenta) los investigadores calcularon su rango en entre 300 y 500 kilómetros de profundidad.
"Eso significa que es una tormenta gigantesca", señala Yohai Kaspi, coinvestigador de la misión Juno en el Instituto de Ciencias Weizmann de Israel. "Si pusieras esta tormenta en la Tierra, se extendería hasta la estación espacial. Así que es sencillamente un monstruo".
Para averiguar qué tan profunda era la Gran Mancha Roja, Juno tuvo que medir su campo gravitacional. La tormenta es tan grande que la sonda espacial pudo sentir las perturbaciones en la gravedad que esta producía.
Nuevas interrogantes
Los resultados de estas mediciones constituyen las cifras más exactas hasta la fecha sobre la magnitud de la misteriosa Mancha Roja, pero también generan nuevas preguntas. Por un lado, la tormenta es profunda, pero no tanto como algunas de las corrientes en chorro circundantes, que se extienden hasta 3.000 kilómetros hacia el interior del planeta.
"Es sorprendente que sea tan profunda, pero también es sorprendente que no llegue tan profundo como los chorros", subraya Parisi. "Entonces, algo está sucediendo a 500 kilómetros que básicamente está amortiguando la Gran Mancha Roja".
Por este motivo, los investigadores concluyen que aún queda mucho por aprender sobre esta tormenta y sobre los eventos que están teniendo lugar dentro de Júpiter, aunque ahora, de acuerdo con Kaspi, ya no solo disponemos de una imagen plana del planeta, sino que "tenemos una vista tridimensional completa".