El portavoz de los talibanes* en Afganistán, Zabihullah Mujahid, ha advertido que el no reconocimiento del movimiento como autoridad legítima en el país centroasiático "podría convertirse en un problema para el mundo", según lo declaró durante una rueda de prensa celebrada este sábado en Kabul, informa Reuters.
"Nuestro mensaje a EE.UU. es que si la ausencia de reconocimiento continúa, los problemas afganos continuarán y este problema de la región podría convertirse en un problema para el mundo", explicó, subrayando que se trata de un derecho del pueblo afgano.
"Causaron la guerra"
Asimismo, el funcionario evocó la invasión de Afganistán por EE.UU. en 2001 tras los atentados del 11-S, y afirmó que la razón por la que los talibanes y el país norteamericano fueron a la guerra entonces, se debió también a que no existían relaciones diplomáticas formales entre ellos.
"Esos problemas que causaron la guerra podrían haberse resuelto mediante la negociación", aseguró Mujahid, "También podrían haberse resuelto mediante un compromiso político", añadió.
Hasta la fecha, ningún país ha reconocido formalmente al gobierno de los insurgentes, que se alzaron con el poder el pasado mes de agosto. Mientras el país centroasiático está sumido en una grave crisis económica y humanitaria, miles de millones de dólares en activos y fondos afganos en el extranjero se han congelado.
Reuniones con altos funcionarios
Sin embargo, altos funcionarios de algunos países sí han mantenido reuniones con los líderes del movimiento, tanto en la capital afgana, Kabul, como en el extranjero. Entre los casos más recientes destacan las conversaciones con los países como Turkmenistán, China y Pakistán.
Con el representante turkmeno los talibanes hablaron sobre la puesta en marcha del gasoducto Turkmenistán-Afganistán-Pakistán-India, mientras que con el de China conversaron sobre la financiación por parte de Pekín de infraestructuras de transporte y la posible exportación de productos afganos al gigante asiático vía Pakistán.
El pasado 15 de agosto, los talibanes tomaron Kabul y dieron por finalizada su ofensiva en todo Afganistán. El presidente Ashraf Ghani renunció a su cargo y abandonó el país. Los avances de la insurgencia se intensificaron durante la última fase de la retirada definitiva del contingente internacional liderado por EE.UU., que comenzó en abril.
¿Te ha parecido interesante? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!