Daniel Rendón Herrera, exparamilitar colombiano conocido bajo el alias 'Don Mario', se declaró este martes culpable de colaborar con una organización terrorista, al comparecer a una audiencia celebrada en la Corte Federal de Brooklyn, en Nueva York.
El que fuese uno de los cabecillas de las desaparecidas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) admitió su responsabilidad ante la jueza de distrito Dora L. Irizarry, por los delitos de participación en una empresa criminal continua y conspiración para brindar apoyo material a una organización terrorista extranjera, según informó el Departamento de Justicia de EE.UU. en un comunicado de prensa.
Ya en 2001, el Departamento de Estado de EE.UU. designó a las AUC como "organización terrorista extranjera" (FTO, por sus siglas en inglés) y como "entidad terrorista global especialmente designada" (SDGT).
"Con su declaración de culpabilidad de hoy, Rendón Herrera, quien alguna vez fue el narcoterrorista más temido de Colombia, admitió haber liderado uno de los cárteles de la droga más grandes y violentos del mundo, además de inundar las calles de EE.UU. con cocaína", apuntó el fiscal del Distrito Este de Nueva York, Breon Peace.
Cuando sea sentenciado, 'Don Mario' podría enfrentar una pena que va de los 20 años de prisión hasta cadena perpetua, así como el decomiso de sus bienes por un monto máximo de 45 millones de dólares y una multa que podría alcanzar los 2,25 millones de dólares.
Desarme, detención y extradición
'Don Mario' fue integrante de la AUC y uno de los fundadores del grupo armado organizado conocido como el 'Clan del Golfo'. Luego formó parte del grupo de exparamilitares que se sometieron a un proceso de desmovilización. No obstante, el 13 de febrero de 2013, la Fiscalía de Justicia y Paz solicitó su exclusión del proceso, debido a que Rendón Herrera siguió delinquiendo.
Al quedar fuera del proceso de justicia transicional, 'Don Mario' fue capturado por la Policía colombiana el 19 de abril de 2009. Nueve años más tarde, el 23 de abril de 2018, se le extraditó a EE.UU., donde había sido solicitado por las cortes de los Distritos Sur y Este de Nueva York por delitos de narcotráfico.
En Colombia, las autoridades le atribuían participación en delitos que afectaron a más de 6.000 víctimas, incluyendo homicidios, secuestros, terrorismo, torturas, desapariciones forzadas y la "conformación de grupos armados al margen de la ley".