El jugador de la NFL Henry Ruggs III, receptor abierto de los Raiders de Las Vegas, fue arrestado la madrugada de este martes tras verse envuelto en un accidente automovilístico mientras conducía bajo el influjo del alcohol, siniestro en el que una mujer de 23 años y su perro perdieron la vida.
De acuerdo a los reportes, el futbolista de segundo año habría estrellado su Chevrolet Corvette contra la parte trasera de un Toyota Rav4 mientras conducía a gran velocidad por una zona residencial de Las Vegas, lo que provocó que la camioneta terminara envuelta en llamas.
Tras el incidente, tanto la NFL como los Raiders emitieron una serie de comunicados informando que estaban al tanto del accidente, y señalaron que ya conducían una investigación al respecto. No obstante, horas más tarde la escuadra de 'Los Malosos' anunció la separación de la exestrella de la Universidad de Alabama del plantel.
De ser hallado culpable de los delitos que se le imputan —conducción bajo el influjo de sustancias con resultado de muerte, considerado grave en el estado de Nevada, y conducción temeraria—, el receptor podría enfrentar una sentencia de entre dos y 20 años de cárcel por el primer cargo, mientras que por el segundo podría ser condenado entre uno y seis años.