Determinan que Henry Ruggs III conducía ebrio a 251 km/h cuando provocó un accidente de tránsito que dejó una víctima fatal

El jugador de fútbol americano Henry Ruggs III conducía a 251 kilómetros por hora con el doble de nivel de alcohol en la sangre de lo permitido en el estado Nevada (EE.UU.) antes de provocar un accidente de tránsito en el que murió una mujer de 23 años, comunicó la Fiscalía este miércoles durante la comparecencia inicial del deportista ante la corte. Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del martes en Las Vegas. 

Por su parte, el juez de paz de Las Vegas, Joe M. Bonaventure, expresó su preocupación por el caso contra Ruggs, ya que en 16 años de carrera judicial nunca se había encontrado con un accidente que involucrara a un vehículo que circulara a tal velocidad. Durante la audiencia, el fiscal Eric Bauman concretó que según los registros obtenidos, el automóvil de Ruggs bajó la velocidad de 251 km/h (156 mph) a 204 km/h (127 mph) antes de estrellarse contra el Toyota de la víctima y romper su tanque de combustible, provocando un incendio. 

Imágenes muestran la gravedad del accidente mortal por el que fue detenido en receptor de los Raiders Henry Ruggs III (VIDEO)

El ya exreceptor de los Raiders fue liberado bajo fianza en 150.000 dólares con condiciones estrictas que incluyen confinamiento en el hogar, monitoreo electrónico, la entrega del pasaporte y la prohibición de beber alcohol y de conducir. El juez advirtió a Ruggs que si no cumplía con dichas restricciones sería arrestado de nuevo y devuelto a la cárcel.

Sin embargo, el fiscal de distrito del condado de Clark, Steve Wolfson, comunicó fuera de la corte que tiene la intención de presentar un segundo cargo de delito grave de conducción bajo el influjo del alcohol contra Ruggs en relación a las lesiones de su pareja, Kiara Je'nai Kilgo-Washington, que se encontraba en el vehículo en el momento del accidente y sufrió una lesión grave en el brazo. Wolfson agregó que además podría presentar otro cargo contra Ruggs por posesión de un arma en estado de embriaguez, ya que la Policía encontró una pistola cargada en su automóvil después del accidente.

Anteriormente, se dio a conocer que, de ser hallado culpable de los delitos que se le imputan —conducción bajo el influjo de sustancias con resultado de muerte, considerado grave en el estado de Nevada, y conducción temeraria—, el receptor podría enfrentar una sentencia de entre dos y 20 años de cárcel por el primer cargo, mientras que por el segundo podría ser condenado a entre uno y seis años.