La familia de un hombre de 98 años que murió a causa del coronavirus y que donó su cuerpo a la ciencia ha protestado contra una empresa, acusándola de utilizar sin su consentimiento el cadáver para realizar una autopsia abierta al público en un hotel del estado de Oregón (EE.UU.) por la que cobraron hasta 500 dólares por entrada, recoge AFP.
Según medios locales, en octubre pasado el profesor retirado de anatomía Colin Henderson practicó una autopsia y diseccionó el cuerpo de David Saunders durante un evento organizado por Death Science, que se autodenomina como una plataforma educativa independiente, en el cual garantizaban a los asistentes "acceso al cadáver antes, después y durante los descansos".
En este contexto, Obteen Nassiri, representante de Med Ed Labs, la empresa a la que fue donado el cadáver, aseguró que, si la firma hubiera estado al tanto sobre la venta de entradas y de la presencia de una audiencia comercial durante el procedimiento, no le hubieran entregado el cuerpo. "Teníamos la impresión de que este donante se utilizaría para formar a estudiantes interesados en la ciencia, paramédicos, médicos forenses y oficinas de investigación en disecciones anatómicas y el estudio del cuerpo humano" declaró para la agencia AFP.
Entre tanto, el fundador de Death Science, Jeremy Ciliberto, señaló que la intención del evento "era crear una experiencia educativa para las personas que tienen interés en aprender más sobre la anatomía humana" y afirmó que le fue confirmado "que el cadáver proporcionado fue donado para fines de investigación, médicos y educativos". Asimismo, apuntó que tomaría medidas adicionales para evitar que sucedan casos similares en un futuro y se disculpó con los familiares por haberles "causado un estrés indebido".
Por su parte, un portavoz de la Policía de Portland, ciudad en donde tuvieron lugar los procedimientos, comentó que tras darse a conocer lo ocurrido los detectives consultaron con la Fiscalía si se había cometido algún crimen; no obstante, las autoridades determinaron que no se había infringido ninguna ley.
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