Científicos creen que la obesidad se puede combatir modificando la actividad de una serie de genes conectados a la llamada 'vía del hipopótamo', que regula el tamaño de los órganos al moderar el crecimiento celular, según un estudio publicado en la revista PLOS Biology.
El estudio se realizó buscando genes de obesidad en moscas gordas, de acuerdo con un comunicado de los investigadores. Para encontrarlos se comenzó estudiando un gran conjunto de datos de secuencias de genes de personas con obesidad grave temprana y se enfocó en pequeños cambios genéticos que estaban presentes en dos copias de genes en individuos afectados pero raros en la población. Luego se utilizó una técnica llamada interferencia de ARN para poder reducir la actividad de cada gen a su vez y se estudió el efecto sobre los niveles de triglicéridos, la principal molécula de almacenamiento de grasa en las moscas.
Los triglicéridos aumentaron significativamente después de reducir la actividad de cuatro genes conectados a la vía del hipopótamo. Allí también descubrieron que quitar diferentes enlaces en la vía también alteraba significativamente los niveles de triglicéridos. En humanos los autores encontraron que variantes raras en genes que codifican otros dos miembros de la vía de hipopótamo también estaban relacionadas con la obesidad. "Los estudios de individuos obesos tienen el potencial de identificar genes que, cuando mutan, pueden conducir a la obesidad humana; sin embargo, establecer una relación funcional entre estos genes y la obesidad es un desafío", comentó Andrea Brand, una de las autoras del trabajo.
"Pudimos evaluar la función de los genes en la humilde mosca de la fruta y no solo identificamos cuatro nuevos genes de obesidad, sino que también predijimos un quinto, en el que posteriormente se encontraron variantes raras en individuos obesos", señaló la doctora Brand.
¿Por qué en moscas?
El estudio se realizó en moscas ya que, al igual que los humanos, estos insectos aumentan de peso y desarrollan problemas cardíacos cuando se crían con dietas altas en grasas o azúcares. Además, varios genes que afectan los niveles de grasa en las moscas tienen contrapartes evolutivas en los humanos.
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