Bolivia atraviesa días de protestas y bloqueos desde el lunes en los cuales se registraron varios hechos de violencia y al menos un muerto, mientras el Gobierno de Luis Arce pide a la Policía "defender la democracia" ante acciones tildadas como "sediciosas", y los opositores llaman a una cuarta jornada de movilizaciones para este jueves.
Las manifestaciones se desataron en el marco de un paro nacional incentivado por sectores detractores a la Ley de Estrategia Nacional de Lucha contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y Financiamiento al Terrorismo, más conocida como 'ley madre'. Se trata de una normativa que busca combatir al blanqueo de capitales, y que podría ser modificada mediante decretos por el Gobierno de turno.
Ahora, trabajadores de distintos sectores se pliegan al reclamo al interpretar que la medida podría afectar sus propias ganancias, al tratarse de una economía con altos índices de informalidad, donde muy pocos pueden explicar el origen del dinero. Esto, aunque el Ejecutivo aclara que la legislación solo pretende perseguir a las personas de altos ingresos que realicen maniobras polémicas: "Hay que ser loco para pensar que nuestro Gobierno va afectar a los más pobres", contestó Arce.
Más allá de esta legislación puntual, aprobada en agosto, la protesta cobró un fuerte tinte antigubernamental, siendo incentivada también por el Comité Nacional por la Defensa de la Democracia (CONADE) y distintos comités cívicos, destacándose el Comité pro Santa Cruz, de donde surgieron dirigentes —Fernando Camacho a la cabeza— que fogonearon el golpe de Estado concretado en 2019.
Por eso, algunos analistas bolivianos comparan este escenario con el de hace dos años, pero afirman que Arce tiene mayor legitimidad democrática que el entonces tambaleante Evo Morales, quien iba por su cuarto mandato consecutivo en un contexto de crisis social y política.
Movilizaciones, enfrentamientos y desinformación
Las protestas tienen su epicentro en Santa Cruz de la Sierra y Potosí, que tuvieron movilizaciones masivas. Allí, junto a Tarija y Cochabamba, se registraron los principales disturbios. El lunes y martes se produjeron los incidentes más graves, con enfrentamientos entre opositores, militantes del Movimiento al Socialismo (MAS)—que querían liberar los bloqueos— y la Policía. También hubo manifestaciones en La Paz, Oruro y Beni.
El contexto de enfrentamientos entre detractores y oficialistas incluso se caracterizó por la desinformación y las noticias falsas en torno a distintos episodios violentos. Solo por citar un ejemplo, un 'influencer' con 135.000 seguidores publicó en Twitter imágenes afirmando que "grupos paramilitares" afines al Gobierno estaban "yendo a buscar manifestantes en manada". En el video se escuchan detonaciones, hay corridas y se ve cómo una turba iracunda golpea a un sujeto en el piso.
Sin embargo, una concejala del MAS también usó sus redes para sostener que en verdad la víctima del video sería Basilio Titi Tipolo, un joven ruralista que resultó muerto en Potosí durante los incidentes, y no un manifestante cívico, como se quiso instalar con la 'fake new'.
De hecho, en su ataúd, amigos y familiares colocaron un cartel que decía: "Mártir de la democracia". Y su hermana, dijo en una entrevista que el cuerpo tenía "mucho daño".
¿Morir "por hojas de coca"?
El expresidente Morales ya pidió "una investigación urgente" y le atribuyó la muerte a grupos de choque vinculados a Comcipo", el Comité Cívico de Potosí. En contrapartida, los cívicos se deslindan de todo tipo de responsabilidad.
En medio de versiones cruzadas, la autopsia médica legal —que tuvo la presencia de la Defensoría del Pueblo— indicó que Tipolo "murió por asfixia mecánica por bronco aspiración con cuerpo extraño", presuntamente, "por hojas de coca". La Defensoría también señaló que "el cadáver no presentaba signos de violencia".
Igualmente, el ministro de Justicia, Iván Lima, remarcó que el cuerpo tenía lesiones producto de una posible caída, y cuestionó la hipótesis difundida por la oposición: "Si bien no han habido fracturas y a nivel del cuerpo no hay otras lesiones vitales, es claro que la causa de muerte no se puede dar porque un ciudadano esté consumiendo un bolo de coca".
Es que, más allá del estado del cadáver, la Justicia debe investigar las circunstancias que acompañaron al deceso. Según los testimonios recopilados, es posible que el hecho haya ocurrido mientras el campesino "escapaba de otros grupos", agregó Nadia Cruz, defensora del pueblo.
Además de la defunción, su entidad comunicó que hay al menos 63 personas heridas por los disturbios del martes, incluyendo a cívicos, campesinos, tres policías y un periodista. A su vez, dos personas fueron detenidas por tener explosivos.
Por otro lado, el miércoles la Defensoría pidió terminar el racismo y denunció amenazas contra miembros de su delegación. También instó a los protestantes a evitar los cortes de carretera, para garantizar los derechos humanos básicos, como la atención en hospitales.
"Uso desmedido de la fuerza"
En medio de la tensión generalizada, el Ejecutivo removió a los cinco comandantes departamentales de Tarija, Potosí, Oruro, Chuquisaca y Santa Cruz, y ascendió a tres coroneles. Los cambios se deben a "un uso desmedido de la fuerza por encima de las órdenes que se han establecido", dijo el portavoz de la Presidencia, Jorge Richter. Y es posible que se produzcan nuevas modificaciones entre los uniformados en las próximas horas.
Sobre las protestas, Arce expresó que los opositores usan la excusa de la ley pero solo buscan "la impunidad de lo que pasó en 2019 con el golpe de Estado", mientras avanzan los juzgamientos.
Con ese marco, el presidente que regresó al MAS al poder tras la interrupción democrática en el país plurinacional, cumple su primer año de gestión con un clima de gran tensión social e intentos del Comité Cívico para debilitar su gestión, incentivando revueltas callejeras.
Leandro Lutzky
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