Meta aspira a que el metaverso que está creando tenga niveles de seguridad casi "similares a los de las películas de Disney", si bien resulta prácticamente imposible moderar cómo se comportan los usuarios a cualquier escala significativa, reconoce Andrew Bosworth, vicepresidente para la realidad virtual y aumentada de esa compañía matriz que da nombre al nuevo Facebook
En un documento interno escrito en marzo por Bosworth al que ha tenido acceso The Financial Times, el directivo admite que el mundo virtual puede ser un "ambiente tóxico", particularmente para mujeres y minorías, aunque señala que limitar el acceso a este medio al público general supondría un "peligro existencial" para Facebook.
Bosworth traza posibles vías para lidiar con este problema. Uno de los enfoques consiste en que Facebook grabará todo lo que sucederá en el metaverso —espacios virtuales donde las personas podrán trabajar, comunicarse, ir de compras, estudiar y emprender otras actividades— para que se puedan analizar los archivos en caso de que se produzcan denuncias sobre una conducta inapropiada.
Los datos grabados se almacenarán en dispositivos locales de los usuarios, como el casco de realidad virtual.
Otra opción pasa por la creación de una 'zona de seguridad personal', una burbuja con la que el usuario puede protegerse de otros usuarios. También podría recurrirse a un especialista invisible que monitoreara las situaciones polémicas.
El directivo sugiere que los usuarios solo puedan abrir una cuenta única, cuyo bloqueo le impediría acceso a múltiples plataformas del metaverso, incluso aunque usaran diferentes avatares.
"La idea es que podemos cambiar la cultura de tal forma que, a largo plazo, no tengamos que tomar esas medidas punitivas con demasiada frecuencia", añadió.