Corrigen una confusión paleontológica de 50 años y revelan qué dinosaurio podría ser el más largo que jamás existió

Un grupo de científicos analizó los restos de unos dinosaurios hallados en 1972 y 1985 en Dry Mesa, en el estado estadounidense de Colorado.

Un equipo de investigadores determinó recientemente que la medalla de oro al dinosaurio más largo del mundo podría corresponder al Supersaurus, un saurópodo diplodócido que vivió hace unos 150 millones de años, a finales del período jurásico. A esta conclusión llegaron tras corregir una confusión alrededor de unos fósiles y analizar nuevos huesos encontrados en el lugar de descanso final de este dinosaurio de largo cuello.

El Supersaurus siempre ha sido considerado como una de las especies de mayor longitud, pero una reciente investigación muestra que "este es el dinosaurio más largo basado en un esqueleto decente", ya que otros restos de dinosaurios hallados son fragmentarios, de manera que estimar con precisión sus longitudes es un reto, explicó este lunes a Live Science Brian Curtice, paleontólogo del Museo de Historia Natural de Arizona (EE.UU.).

Cuando el animal estaba vivo, su tamaño superaba los 39 metros y posiblemente llegaba a los 42 metros desde el hocico hasta la cola, por lo que habría sido más largo que otro contendiente: el Diplodocus, que alcanzaba una longitud de 33 metros, reza el nuevo estudio, que aún no se ha publicado en una revista revisada por pares pero se presentó el 5 de noviembre en la conferencia anual de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados.  

¿Una confusión de fósiles?

El nuevo hallazgo ha venido desarrollándose durante casi 50 años. El primer espécimen de Supersaurus lo descubrió en 1972 el paleontólogo Jim Jensen en un abundante yacimiento óseo del suroeste del estado de Colorado, un lugar que Curtice describió como "una ensalada de huesos". En aquel momento, Jensen encontró un escapulocoracoide de 2,4 metros de largo, dos huesos fusionados que forman la cintura escapular de los dinosaurios adultos y otros reptiles. El yacimiento, llamado Dry Mesa, también contenía huesos que fueron atribuidos a otros dos dinosaurios saurópodos que años más tarde recibirían el nombre de Ultrasaurus y Dystylosaurus.

En 1985, Jensen anunció el descubrimiento de tres nuevos dinosaurios saurópodos del yacimiento. Sin embargo, según Curtice, Jensen cometió algunos errores en su análisis. A lo largo de los años, los paleontólogos han debatido si Ultrasauros y Dystylosaurus son géneros válidos o si sus huesos fueron identificados erróneamente y en realidad todos pertenecen a un único Supersaurus.

Uno de los escapulocoracoides encontrados en el yacimiento es unos 25 centímetros más largo que el otro, lo que llevó a muchos científicos a creer que pertenecía a otro género de dinosaurio. Pero ahora, cuando el equipo de investigadores lo analizó, descubrió que el hueso más largo en realidad estaba distorsionado debido a las grietas. "Si se juntan todas las grietas, [los escapulocoracoides son] básicamente del mismo tamaño", dijo Curtice. También encontró deformidades fruto de las fuerzas ambientales en huesos atribuidos a Dystylosaurus y otros géneros, y demostró que estos huesos pertenecían a un Supersaurus.

Además, señaló que todos los huesos de grandes dinosaurios encontrados en Dry Mesa son más o menos del mismo tamaño, por lo que es probable que todos pertenezcan a un solo individuo: el Supersaurus. 

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