El director general de SpaceX y Tesla, Elon Musk, ha conseguido el sábado pasado un comprador para la última casa que posee, un año y medio después de que prometiera deshacerse de su amplia cartera de bienes inmuebles para centrarse en su misión de colonizar Marte, informa The New York Post.
Según el medio, el contrato todavía está sujeto a una oferta condicionada, lo que significa que Musk aceptó una propuesta inicial, pero deben cumplirse ciertas condiciones, y en algunos casos tiene el derecho de echarse atrás con la venta si así lo desea.
El magnate puso la propiedad en venta en julio y cualquier comprador interesado tenía que pasar por él directamente para presentar una oferta. Sin embargo, parece que nadie pudo ponerse en contacto con Musk, por lo que la casa permaneció en el mercado durante meses.
Musk compró inicialmente la mansión de 10 dormitorios y 1.486 metros cuadrados por 23,3 millones de dólares en 2017. La casa está actualmente cotizada en 31 millones de dólares después de salir al mercado por primera vez en 2020 por 35 millones.
En 2020, el empresario de origen sudafricano anunció que las posesiones materiales lo distraían demasiado de objetivos más elevados, como dedicarse a Marte y a la Tierra.
A mediados de este año, Musk compartió en su cuenta de Twitter que ya había vendido todos bienes inmobiliarios, a excepción de uno: "Sí, vendí mis casas, excepto una en el Área de la Bahía que se alquila para eventos. Trabajando en energía sostenible para la Tierra con Tesla y protegiendo el futuro de la conciencia haciendo la vida multiplanetaria con SpaceX".
Poco después, el empresario comentó que había decidido vender la última casa que le quedaba. "Solo tiene que ser para una familia grande que vaya a vivir allí. Es un lugar especial", detalló.
En total, Musk ha vendido unos 100 millones de dólares en activos inmobiliarios y actualmente es la persona más rica del mundo, con un patrimonio neto estimado en 285.000 millones de dólares.