JPMorgan Chase & Co, conglomerado financiero con sede en Nueva York, demandó este lunes a Tesla por 162,2 millones de dólares, acusando a la empresa de vehículos eléctricos fundada por Elon Musk de incumplir un contrato relacionado con certificados para la compra de valores, 'warrants' en inglés.
Según la demanda presentada en la corte federal de Manhattan, en 2014 Tesla vendió a JPMorgan unos 'warrants' que solo beneficiaban al banco si su precio de liquidación estaba por debajo del precio de las acciones de Tesla en el momento del vencimiento de los certificados en junio y julio de 2021.
JPMorgan, que tenía autoridad para ajustar el precio del ejercicio, redujo sustancialmente el precio de liquidación después del tuit de Musk del 7 de agosto de 2018, en el que este prometió convertir a Tesla en una empresa privada a 420 dólares por acción y aseguró que tenía "financiación asegurada". Sin embargo, el precio revirtió ligeramente cuando el multimillonario abandonó la idea tres semanas después.
No obstante, el precio de las acciones de Tesla se multiplicó por diez para el momento en que expiraron los 'warrants', lo cual, según JPMorgan, obligaba por contrato a Tesla a entregar más acciones u ofrecer una compensación equivalente, de lo contrario la empresa incurriría en un incumplimiento de pago. "Tesla ha ignorado flagrantemente su clara obligación contractual de pagar a JPMorgan en su totalidad", sostiene la denuncia. La empresa de Musk no respondió de inmediato a la solicitud de los comentarios sobre el caso.
En febrero de 2019 Tesla se quejó de que los ajustes del banco fueron "un intento oportunista de aprovechar los cambios en la volatilidad de las acciones", pero no cuestionó los cálculos subyacentes. Las intervenciones de Musk dieron lugar a una extrema volatilidad de las acciones de la compañía en aquel entonces, lo que hizo que la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. investigara el caso y multara tanto a Musk como a su empresa.