Las rocas en Marte pueden contener numerosos tipos de depósitos no biológicos que se parecen a los vestigios de la vida que ese planeta podría haber albergado alguna vez en el pasado, así lo advirtió este jueves en un comunicado la Universidad de Edimburgo (Reino Unido).
Para el éxito de las misiones marcianas, actuales y futuras, es imprescindible saber distinguir estos fósiles falsos de lo que podría evidenciar que hubo vida efectivamente. Mientras tanto, un detallado análisis de la evolución geológica del planeta rojo ha permitido a los investigadores identificar "docenas de procesos" que pueden producir estructuras que imitan los restos fosilizados de algún organismo simple. Los investigadores consideran probable que "muchos más todavía no se hayan descubierto".
Entre las falsas pero realistas muestras de vida destacan las imágenes microscópicas que se parecen a células bacterianas y restos de algunas moléculas basadas en carbono, asociadas con los componentes básicos de toda la vida conocida.
"En algún momento, es casi seguro que un róver encuentre en Marte algo que se parezca mucho a un fósil y por eso es fundamental poder distinguirlos con seguridad de las estructuras y sustancias producidas por reacciones químicas", afirma el astrobiólogo Sean McMahon.
"Para cada tipo de fósil que exista, hay al menos un proceso no biológico que crea cosas muy similares", asegura el científico, que es el primer autor del artículo publicado el 17 de noviembre en Journal of the Geological Society, que aborda y cita múltiples similitudes. La confusión que generan los pseudofósiles hace necesario "mejorar nuestra comprensión de cómo se forman", enfatiza.
Debido a que los indicios de vida pueden ser imitados de forma tan aproximada por procesos no vivos, es probable que los orígenes de cualquier espécimen de aspecto fósil encontrado en Marte sean muy ambiguos, opina el equipo investigador.
"En el pasado, nos han engañado los procesos que imitan la vida", recuerda la coautora Julie Cosmidis, profesora asociada de geobiología en la Universidad de Oxford. "En muchas ocasiones, se describieron objetos que parecían microbios fósiles en rocas antiguas de la Tierra e incluso en meteoritos de Marte, pero después de un examen más profundo resultaron tener orígenes no biológicos".
Hace unos años, trabajadores de la NASA encontraron en las fotos tomadas por el explorador marciano Curiosity, una supuesta 'flor' que parecía estar creciendo en medio del polvo marciano. Poco más tarde se fotografió un 'esqueleto fosilizado de lagarto' y la agencia espacial estadounidense no pudo ofrecer una explicación fehaciente de ese inusual hallazgo.
Un supuesto 'hueso' semejante a un fémur generó en 2014 mucho interés por parte de los internautas, pero la NASA se vio obligada a esclarecer que no eran restos de "un marciano misterioso", sino que la forma particular del objeto que aparecía en una fotografía se debía "a la erosión, ya sea del viento o del agua".
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!