Asesinatos, amenazas y persecuciones: denuncian una escalada de violencia contra los indígenas en Brasil

Varias lideresas indígenas que formaron parte de la delegación que viajó a la COP26 en Glasgow han sido amenazadas.

Noviembre está siendo un mes especialmente violento para algunos pueblos y líderes indígenas en Brasil. Así lo ha denunciado la ONG de derechos humanos Amnistía Internacional (AI), que advierte de un incremento de "ataques, amenazas y persecuciones" estas últimas semanas. 

Aunque las violaciones de los derechos de los pueblos indígenas son "históricas y sistémicas", la organización asegura que se "han agravado como resultado de las acciones y omisiones del Estado brasileño en el cumplimiento de su función constitucional de garantizar los derechos".

El mes se inició con el asesinato de dos indígenas en aislamiento voluntario por disparos de mineros ilegales en el estado amazónico de Roraima, situado en el norte de país. También en Roraima, la Policía Militar hizo un "uso excesivo de la fuerza" contra los indígenas de la comunidad de Tabatinga, en la Reserva Indígena Raposa-Serra do Sol. Al mismo tiempo, la etnia Guaraní Kaiowá, en Mato Grosso do Sul, fue víctima de ataques e incendios.

Lideresas amenazadas

Además, la vivienda de Alessandra Korap, una de las principales lideresas munduruku y que formó parte de la delegación de indígenas brasileños en la COP26 en Glasgow (Escocia), fue invadida en el municipio de Santarém, estado de Pará. 

La organización no gubernamental Terra de Direitos destacó que el hecho de que no se hubiesen llevado bienes de valor aumenta la sospecha de que sea una represalia contra Korap, conocida por sus denuncias contra los mineros ilegales en Pará. 

"Alessandra ya integra el programa de protección de defensoras y defensores de derechos humanos en Pará y ya ha sido objeto de intimidaciones y ataques. Pedimos a las autoridades que investiguen el ataque y garanticen su protección", explicó la asesora jurídica Luísa Câmara Rocha al portal UOL.

Otras de las lideresas indígenas que han recibido amenazas son Glicéria Tupinambá y Txai Suruí, el nombre de esta última ha sonado especialmente en Brasil después de un duro discurso que realizó en la COP26 y que molestó al presidente, Jair Bolsonaro, quien no participó en el evento.

"¿Alguien ha visto a un alemán atacando la energía fósil de Alemania? (...) Nadie critica a su propio país. ¿Alguien ha visto a un norteamericano criticando los incendios de California?", dijo.

Las palabras del mandatario provocaron masivos ataques en las redes sociales contra la activista. "Ellos [los bolsonaristas] realmente son una cuadrilla, se articulan para atacar a las personas. Estoy recibiendo muchos mensajes de odio, muchos mensajes misóginos, muchos mensajes racistas", comentó al portal Amazônia Real.