Una empleada de Tesla presentó este viernes una demanda ante el Tribunal Superior de California, en el condado de Alameda, en la que acusa a los supervisores y gerentes de la planta de Fremont de haber creado "condiciones [laborales] de pesadilla" en las que el "acoso sexual rampante" se ha extendido por años.
En la querella, Jessica Barraza asegura que los mandos medios han contribuido a establecer una "cultura generalizada de acoso sexual" a través del uso desmesurado de lenguaje ofensivo o denigrante al referirse a las mujeres, comportamientos sexistas, comentarios alusivos a los cuerpos de las trabajadoras e incluso denuncia tocamientos cotidianos.
"La Sra. Barraza ha sido humillada y avergonzada al ser llamada diariamente con nombres que apenas puede soportar repetir […] Su sentido de seguridad y poder ha sido erosionado al ser tocada repetidamente contra su voluntad. Su autoimagen y su autoestima se han visto afectadas", reza la acción judicial.
En este sentido, la mujer, de 38 años, señala haber comenzado a tener ataques de pánico después de que a finales de septiembre un trabajador deslizará su pierna entre las suyas, situación que empeoró cuando le fue requerido participar en una actividad física grupal con compañeros de trabajo que supuestamente la habían cosificado.
Tras estos incidentes, la empleada fue diagnosticada con trastorno de estrés postraumático, por lo que se encuentra bajo tratamiento médico para reducir los niveles de ansiedad.
De acuerdo al documento, Barraza exige a Tesla una indemnización por el acoso del que ha sido víctima, así como que se gire una orden judicial que obligue a la compañía a implementar una serie de medidas y políticas de prevención del acoso laboral, así como poner en marcha mecanismos de supervisión y denuncia que garanticen la integridad de las empleadas.