Investigadores han advertido de que se mantenga la alerta ante la posibilidad de que Japón intervenga militarmente en el caso de un eventual conflicto entre China y Taiwán, la isla reclamada por el gigante asiático, informó este domingo South China Morning Post.
Según afirmó Wu Huaizhong, de la Academia China de Ciencias Sociales en un reciente estudio publicado en la revista Asia-Pacific Security and Maritime Affairs, los recientes gestos de apoyo a Taiwán indican que Japón y EE.UU. están haciendo planes para disuadir a Pekín de usar la fuerza contra la isla.
"Japón no solo ha emitido señales a través de niveles oficiales e individuales, sino que también ha intentado llevar a cabo acciones prácticas de respuesta a través de la alianza Japón-Estados Unidos o ha actuado parcialmente en solitario bajo el marco legal existente", señaló el experto, citado por el medio. En los últimos años, las armadas nipona y estadounidense realizaron una serie de ejercicios conjuntos y la semana pasada llevaron a cabo su primer simulacro antisubmarino conjunto en el mar de la China Meridional.
"Hay fuertes conflictos y oposiciones"
Por su parte, algunos investigadores chinos han avisado que Tokio puede intentar utilizar las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU para convertirse en una gran potencia. "China debe vigilar sus intentos de utilizar tales oportunidades para eludir la constitución de la paz", advirtieron Hu Fangxin y Zhang Lihua en un artículo publicado en el sitio web del Foro Mundial de la Paz de la Universidad de Tsinghua.
Japón no empezó a enviar a sus Fuerzas Armadas a participar en misiones de la ONU en el extranjero hasta 1992, y desde entonces tanto las restricciones al acceso a las armas como las actividades de mantenimiento de la paz se han ido relajando. Según los expertos, estas operaciones han aumentado el apoyo público a la acción en el extranjero, han mejorado la capacidad del país para proyectar el poder militar y han aumentado su autonomía diplomática.
Hu y Zhang detallan también que la ley de seguridad nacional del 2015 ha otorgado a las Fuerzas de Autodefensa niponas el derecho a participar en operaciones de "defensa colectiva" y ha ampliado significativamente su mandato. "El Gobierno japonés ha roto las restricciones 'exclusivamente defensivas' [...] forzando el proceso de revisión constitucional con un hecho consumado", indican.
Liu Jiangyong, especialista en las relaciones entre China y Japón de la Universidad de Tsinghua, comparó la relación básica entre ambos países con una partida de ajedrez. "En cuestiones como la historia, Taiwán, las islas Senkaku [que Tokio y Pekín reclaman], los derechos marítimos, la seguridad regional, la defensa conjunta entre Japón y EE.UU. y, más recientemente, Sinkiang y Hong Kong, hay fuertes conflictos y oposiciones", señaló.
El experto argumenta que a Pekín le preocupa que Tokio tenga la ambición de convertirse en una potencia mundial a la vez que quiere contener a su vecino, y declaró que las autoridades japonesas se aliaron con EE.UU., Australia, la India, la OTAN y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático para poner en jaque a China cuando esta contaba con la Nueva ruta de la Seda, su proyecto de transporte ferroviario entre los puertos del Pacífico, en el Lejano Oriente ruso y chino, y los puertos marítimos en Europa.
Pekín busca una reunificación "pacífica" con Taiwán, pero no tolerará intentos separatistas
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, advirtió este sábado que su país no tolerará la "independencia de Taiwán".
Wang declaró que se buscará la "reunificación de manera pacífica haciendo los máximos esfuerzos", pero agregó que "China no tolerará ningún comportamiento secesionista de separar el país, no aceptará ningún intento de crear 'dos Chinas' o 'una China, un Taiwán' en el escenario global". Además, enfatizó que la postura china de oponerse a la "independencia de Taiwán" siempre ha sido muy clara.