Este lunes, el Gobierno de Canarias ha decretado nuevos confinamientos ante la llegada de una nueva colada de lava al mar procedente del volcán que entró en erupción en la isla de La Palma el pasado 19 de septiembre, hace ya más de dos meses.
Los habitantes de los núcleos urbanos de San Borondón y Tazacorte, así como el espacio diseminado de El Cardón hasta Camino Los Palomares por el norte, deberán permanecer en el interior de sus domicilios ante el riesgo de emanación de gases nocivos para la salud de las personas, según indica el Gobierno regional en un comunicado.
Las imágenes tomadas por el Instituto Volcanológico de Canarias muestran cómo la corriente de lava se descuelga por un acantilado, mientras una densa nube de gases se eleva y provoca a su vez la rápida evaporación de las aguas oceánicas al entrar en contacto con las rocas fundidas.
Este punto de contacto del fluido incandescente con el Océano Atlántico es el tercero que se produce desde que el volcán entró en erupción. El primero tuvo lugar a finales de septiembre y dio lugar a un nuevo delta, mientras que el segundo se produjo hace tan solo unos días y sepultó por completo la playa de Los Guirres.
En esta ocasión ha llegado al mar la colada que avanzaba desde hace días entre las montañas de Todoque y La Laguna, en un área situado al norte del primer delta que comenzó a formarse la noche del 28 de septiembre, más cerca del puerto de Tazacorte.
El sistema de vigilancia europeo por satélite Copernicus ha confirmado que el tamaño de La Palma ha aumentado en 43 hectáreas que la lava ha ido ganando al mar. Tras 64 días de erupción, el tremor volcánico se mantiene estable, mientras que el aeropuerto de la isla se mantiene cerrado por el peligro que supone la emisión de ceniza.
Desde el comienzo de esta crisis volcánica se calcula que 2.651 construcciones han sido arrasadas. Entre ellas se encuentran numerosas viviendas, comercios, colegios, gasolineras, decenas de kilómetros de carreteras y otras instalaciones, como plataneras. En total, 1.058 hectáreas han resultado afectadas hasta la fecha.
Además, en las últimas jornadas la calidad del aire ha registrado un empeoramiento durante la madrugada, con incremento del nivel de dióxido de azufre generalizado, que mejora a lo largo de la mañana.