El neurocientífico húngaro Viktor Toth ha diseñado una plataforma personalizada de realidad virtual para ratas de laboratorio y ha entrenado a tres roedores a pasar un nivel del videojuego 'Doom II', adaptado para este experimento, informa Tech News Space.
Ese nivel es lineal y muy simple, con los característicos demonios que obstaculizan el avance del jugador, pero no atacan como en la versión original. Antes de introducir a los pequeños animales en este mundo virtual, Toth pensó en cómo lo iban a percibir con su visión monocromática y cuál sería su motivación para que avancen a través de los largos pasillos. Y usó como estímulo agua azucarada, que podían beber a través de un tubo especial si realizaban una acción correctamente.
Cada rata fue colocada sobre una bola esférica con múltiples detectores ópticos que registran sus movimientos y los transmiten a la interfaz del videojuego. El tubo con el líquido dulce se colocó entre la pantalla y el roedor, y los animales lo recibían gota por gota solo en caso de realizar acciones exitosamente ante lo que veían en la pantalla.
El investigador admitió en un artículo que el animal "no sería capaz de entender que los disparos son un acto de matar". En su adaptación, la única manera para que las ratas se deshagan de los demonios y abran las puertas consistía en levantar ligeramente su cuerpo, en lugar de apretar el gatillo o apuñalar al monstruo, como lo supone la versión original del juego.
Las tres ratas, nombradas Romero, Carmack y Tom, en honor de los desarrolladores principales del videojuego, pudieron con la dificultad de ese nivel y el autor considera poner a prueba otros escenarios, con algunos castigos incluidos, por ejemplo, "si la rata se comporta mal disparando sin rumbo fijo".
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