Científicos de la Universidad de Queensland, Australia, han revelado diferencias en la estructura del cerebro y la capacidad intelectual entre diferentes especies de pulpos, según un comunicado de la Universidad.
"El pulpo es un maestro del camuflaje, capaz de resolver tareas complicadas y se cree que su capacidad cognitiva es parecida a la de algunos pequeños mamíferos", comentó Wen-Sung Chung, el doctor del Instituto de Cerebro adjunto a la Universidad.
Los investigadores examinaron las estructuras cerebrales de cuatro especies de pulpos mediante resonancia magnética para obtener imágenes 3D detalladas: un pulpo de aguas profundas, una especie nocturna solitaria y dos pulpos de arrecife diurnos diferentes.
Resultó que los cefalópodos de aguas profundas tienen cerebros lisos como marsupiales y roedores, adecuados para su lento ritmo de vida e interacciones limitadas con otros animales.
"Los pulpos de arrecife tenían cerebros significativamente más grandes con algunas propiedades similares a las de los primates, adaptados para las complicadas tareas visuales e interacción social en entornos animados y bien iluminados", señala el informe.
Los resultados del estudio muestran que los cambios neuroanatómicos característicos están relacionados con sus costumbres y hábitats, según el resumen de la investigación publicado en Current Biology.
Entre los pulpos de arrecife, en particular, se ha registrado la caza conjunta con peces depredadores del arrecife; situaciones en las que el pulpo lidera, mientras que la trucha de coral se une a una búsqueda activa de presas o aprovecha presas abandonadas por un pulpo.
Las diferencias en las estructuras cerebrales entre especies están asociadas con el tamaño del área de superficie del cerebro, lo que indica que cuanto mayor sea la superficie más complejo es el sistema nervioso y mayores capacidades cognitivas.
Estas disparidades en la estructura cerebral de los cefalópodos abren el camino a una mejor comprensión de la complejidad y evolución de estos animales, concluyó el líder del estudio, el profesor Justin Marshall.