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Por qué España resiste la ola del coronavirus que azota Europa (y el gráfico que muestra la importancia de la vacunación)

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Aunque empieza a notar un aumento de los contagios de coronavirus, todavía no se ha trasladado a las hospitalizaciones y fallecimientos. No obstante, los Gobierno locales ultiman medidas como el 'pasaporte covid' obligatorio.
Por qué España resiste la ola del coronavirus que azota Europa (y el gráfico que muestra la importancia de la vacunación)

España parece salvarse de la situación epidemiológica que empieza a lastrar a la mayoría de los países europeos, que diariamente registran datos récord de contagios que recuerdan a los peores momentos de algunas de las olas precedentes. 

No obstante, el país íbero también empieza a notar un aumento de los contagios de coronavirus, que todavía no se ha trasladado a las hospitalizaciones y fallecimientos, una situación que se achaca a la alta tasa de vacunación. Este incremento, sin embargo, también apuntala la hipótesis de que el nuevo virus es estacional, no tanto porque las bajas temperaturas le sean beneficiosas, sino porque estas favorecen el desarrollo de la vida en ambientes cerrados, propicios para facilitar la transmisión del SARS-CoV-2.

En este contexto comienzan a barajarse nuevas restricciones, después de la relajación de la época estival, que en un país descentralizado, como es el español, parece que van a producir un escenario a la carta.

Hasta 25 veces más posibilidades de morir para los no vacunados

España tiene una de las tasas de vacunación más altas del mundo y aunque la inmunización puede no detener la ola de contagios, a pesar de que parece demostrado que la disminuye, de lo que sí hay evidencia es de que frena ostensiblemente las peores consecuencias de la enfermedad.

Los datos muestran sensibles diferencias entre las personas que tienen la pauta completa de vacunación y quienes no están vacunados. La tasa de contagios se triplica en el caso de estos últimos y se dispara su posibilidad de acabar ingresado en una unidad de cuidados intensivos o, incluso, de fallecer.

Las mayores diferencias se dan en la franja de entre 60 y 79 años, donde la tasa de fallecimiento es de 0,1 entre los vacunados y de 2,5 entre los no vacunados. Es decir, en este tramo de edad se producen hasta 25 veces más muertes entre quienes no se han puesto la vacuna. En el caso de los ingresos en UCI se observa una pauta análoga, entre los 60 y los 79 años hay una tasa 23 veces más alta.

¿Un oasis en medio de Europa?

España está lejos de la media del continente, que en tan solo una semana ha registrado un incremento medio de contagios del 11 %, con Dinamarca y Polonia a la cabeza, con un alza del 76 y el 88 %, respectivamente.

Actualmente, según los datos del 23 de noviembre, el país tiene una incidencia acumulada de 139 casos cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, muy lejos de los picos registrados en anteriores olas. Sin embargo, significa un ascenso sensible con respecto a hace tan solo un mes y medio, cuando la incidencia se encontraba en 40, tras haber superado la que se llamó quinta ola de la pandemia. Además, este incremento se ha acelerado en los últimos diez días.

Sin embargo, de momento la situación asistencial está muy lejos de ser preocupante con tan solo un 2,42 % de las camas de los hospitales ocupadas por pacientes covid y un 5,97 % en el caso de las de unidades de cuidados intensivos (UCI). En cuanto a las defunciones, el último informe del Ministerio de Sanidad recoge 84 fallecimientos en los últimos siete días.

Casi el 90 % de la población diana (mayores de 12 años) tiene la pauta completa de vacunación

Además, si bien la incidencia de los contagios se ha multiplicado por más de tres en los últimos 10 días, la ocupación de las camas de los centros hospitalarios solo ha aumentado un 62 % en el mismo periodo, de 1.854 hasta las 3.004. Mientras, la ocupación en cuidados intensivos ha crecido un 20 %.

El motivo de que los ingresos hospitalarios y las muertes no estén aumentando en la misma proporción que los contagios se puede deber a varios factores. Por un lado, estos indicadores siempre llevan un par de semanas de retraso con respecto a los infecciones; y por otro, el país tiene una de las tasas de vacunación más altas.

De los 78,22 millones de vacunas que ya se han distribuido se han administrado 75,17, lo que hace que en la actualidad el 90,8 % de la población diana (los mayores de 12 años) tengan al menos una dosis administrada y el 89,2 % tenga la pauta completa. De hecho, más de 3,7 millones de personas han recibido ya una dosis adicional, la tercera.

En el caso de la población más vulnerable, los mayores de 60 años, la cobertura está muy cercana al 100 % y tan solo la población que se encuentra en la treintena tiene una tasa inferior al 80 %, un 79,4 %.

¿Qué diferencia a España de otros países europeos?

Esa alta tasa de vacunación es una de las principales diferencias entre España y otros países europeos. Si ponemos como ejemplo a Alemania, el corazón de Europa, se puede observar la desigualdad. En el país germano tan solo el 68 % de la población ha recibido la pauta completa de la vacuna contra el coronavirus.

Con la llegada del frío, está por ver si la gran cobertura de vacunación será suficiente para que España consiga mantenerse

En este escenario, Alemania ha alcanzado este miércoles una incidencia acumulada de 787 casos en los últimos 14 días, que se han traducido en 1.495 muertes tan solo en la última semana y más de 66.000 contagios en un solo día. Graves datos que contrastan con la actual benignidad de la pandemia en España.

En el conjunto de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo, entre el 14 y el 21 de noviembre se han registrado 1.722.190 nuevos casos de coronavirus y 12.719 muertes, según los datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades. Mientras que, de media, el 69,9 % de la población de la región, algo más de 316 millones de personas, cuentan con al menos una dosis de las vacunas anticovid.

Otro factor parece fundamental para explicar que España de momento se mantenga al margen de esta nueva ola: el clima. Las calurosas temperaturas estivales propias del país este año se han alargado más que en otros ejercicios, permitiendo que hasta casi la llegada de este mes de noviembre la práctica totalidad de la vida social se haya podido desarrollar en exteriores. Por lo que ahora, con la llegada del frío, está por ver si la gran cobertura de vacunación será suficiente para que España consiga mantenerse casi como una isla en el océano de la pandemia europea.

¿Habrá pasaporte covid?

A pesar de que los datos todavía dan cierta tranquilidad, lo cierto es que los contagios no dejan de subir, y que la situación en los países del entorno arroja el temor de si es el espejo en el que España se mirará en un futuro cercano, por lo que la imposición de nuevas medidas se reclama desde diferentes sectores.

Por el momento, las limitaciones no tendrán un alcance nacional. Desde que decayera en mayo el último estado de alarma decretado por el Consejo de Ministros de Pedro Sánchez, el Gobierno ha dejado en manos de las Comunidades Autónomas el establecimiento de nuevas medidas en función de su situación epidemiológica, medidas que deben ser avaladas por los tribunales de justicia para garantizar su equilibrio con la protección de los derechos fundamentales.

El Ministerio de Sanidad, liderado por Carolina Darias, que esta semana ha publicado una actualización del semáforo covid que eleva el umbral del riesgo bajo de una incidencia de 50 a los 100, de momento no es partidario de aprobar una norma con restricciones generalizadas.

Sin embargo, muchos gobiernos autonómicos están dispuestos a comenzar a aplicar el pasaporte covid en diferentes sectores con ánimo de no volver a pasar por la misma situación que las navidades pasadas, cuando el nivel de contagios se disparó y los hospitales volvieron a rozar la saturación.

La primera en aplicarlo fue Galicia, que desde la semana pasada ha aprobado su uso para entrar en los hospitales y pondera pedirlo para acceder a la hostelería y a eventos masivos en interiores. También en Aragón, Baleares, Cataluña y Navarra ya se ha establecido su uso para determinados lugares, mientras que en las Islas Canarias, Murcia, País Vasco, Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla y León ya han anunciado que están estudiando su implantación en determinados espacios.

Así, se espera que la semana que viene llegue una avalancha de resoluciones judiciales que avalen o rechacen las nuevas medidas solicitadas por las autoridades autonómicas.

En el lado opuesto se encuentran territorios como Extremadura, Castilla - La Mancha o Madrid, donde de momento no consideran necesario establecer nuevas restricciones, siguiendo la senda de lo declarado hace pocos días por quien fue durante un año la cara visible de la gestión de la pandemia, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón.

"Si todo el mundo está vacunado, ¿para qué necesitas saberlo cada vez que entras a un bar si ya sabemos que lo está?", alegó Simón al ser preguntado por su parecer sobre el pasaporte covid, aludiendo a la alta tasa de vacunación del país.

Nuria López

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