Un equipo de arqueólogos de la Universidad de San Marcos de Lima halló el pasado fin de semana en el complejo arqueológico de Cajamarquilla, situado al este de la capital, una momia en perfecto estado de conservación. Los restos pertenecen a un varón y datan de la época preincaica, detalla la institución en un comunicado.
El patrón de enterramiento de la momia, que se encuentra en posición fetal, con las manos sobre el rostro y "cubierta con soguillas", es propio de la región altoandina, lo que probaría, según los científicos, que en ese asentamiento, uno de los más extensos de la costa de Lima, habrían coincidido durante el periodo prehispánico tardío costeños y serranos, facilitando de esta manera el intercambio comercial entre los habitantes de ambas zonas.
"La trascendencia de este complejo arqueológico radica en su ubicación estratégica, como control y medio de interacción de las relaciones interregionales", explica el comunicado.
La momia fue encontrada en el interior de una cámara funeraria subterránea de forma ovalada durante unas excavaciones dirigidas por Yomira Silvia Huamán Santillán, egresada en Arqueología en la Universidad de San Marcos, y el profesor Pieter Van Dalen Luna, con la participación de estudiantes sanmarquinos y de otros centros educativos peruanos.
Un profundo estudio de la momia contribuirá a ahondar en el conocimiento sobre las prácticas culturales desarrolladas en periodos prehispánicos tardíos en Cajamarquilla. El hallazgo, apuntan los investigadores, permitirá extraer más información sobre "sus interacciones con otros sitios del valle del Rímac [uno de los tres valles que atraviesan Lima], las estrategias productivas que tuvo, así como la situación jerárquica al momento de la llegada de los incas y la anexión de este territorio al [imperio] Tawantinsuyo".