Una mujer de Tasmania (Australia) compareció el pasado lunes ante un tribunal y se declaró culpable de múltiples cargos de fraude tras haber robado miles de dólares para alimentar su adicción a un juego de apuestas en línea.
Rachel Naomi Perri se declaró culpable de realizar 475 "transacciones fraudulentas" entre 2016 y 2019, mientras trabajaba como gerente de finanzas en el Hospital Veterinario de Tasmania. Ha sido acusada de "25 cargos de fraude informático y un cargo de fraude" por robar un total aproximado de 680.000 dólares, reporta ABC Australia, que tuvo acceso a los documentos judiciales.
La fiscal Simone Wilson dijo a la corte que Perri transfería el dinero de la cuenta bancaria del hospital a una variedad de cuentas, tarjetas de crédito y préstamos personales a su nombre.
No fue hasta el año 2019, tras ser despedida, que "se descubrieron anomalías en las transacciones bancarias".
Al ser interrogada por la policía, Perri reconoció inmediatamente su culpabilidad y reveló que todo el dinero lo había gastado en un juego de apuestas conocido como 'Heart of Vegas'.
"Es similar a jugar a las tragamonedas y pagas para adquirir monedas o créditos", explicó Wilson, pero subrayó que el crédito comprado "nunca se convirtió en dinero real" y que Perri "no era capaz de explicar por qué estaba jugando ese juego" si ni siquiera le daba ganancias monetarias.
"Me metí en tantos problemas, pero decidí que seguiría hasta que me atraparan", declaró Perri durante el interrogatorio. "Sabía que no podía salirme con la mía. Estaba esperando a que la policía llamara a mi puerta", confesó. También admitió que se sentía "humillada" por lo que había hecho.
Perri ya tenía un historial de robo y adicción a los juegos de apuestas. En la década de 1990 fue condenada por robar 4.986 dólares en efectivo de su empleador y, en 2015, sacó fraudulentamente una tarjeta de crédito de 21.300 dólares a nombre de su esposo sin que este lo supiera.
El abogado de la implicada, Greg Barns, aseguró al tribunal que su clienta pasaba varias "horas consecutivas en las máquinas de póquer" y que en una sesión había dedicado 16 horas a "jugar continuamente en la máquina".
Actualmente, Perri se encuentra bajo custodia y será sentenciada el próximo mes.