Este lunes se relanzan en Viena (Austria) las negociaciones internacionales sobre el programa nuclear de Irán tras una pausa de cinco meses, destinadas a convencer a Teherán de la necesidad de asumir obligaciones que garanticen que no desarrollará armas nucleares.
Las delegaciones de China, Rusia, el Reino Unido, Francia y Alemania conversarán con los representantes iraníes sobre los pasos a dar para que Teherán vuelva a acatar la letra del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) firmado en 2015. Irán ha anunciado que no conversará directamente con una delegación estadounidense.
El acuerdo, que preveía medidas para limitar el programa nuclear de la República Islámica, se suspendió después de que el expresidente estadounidense, Donald Trump, anunciara en 2018 la retirada unilateral de su país.
El pacto limita al 3,67 % la pureza fisionable a la que Irán puede refinar uranio. Sin embargo, Teherán comenzó a enriquecer uranio más allá de este límite, luego de que Trump retirara a EE.UU. del acuerdo y reimpusiera las sanciones contra el país.
La Administración Biden ha expresado repetidamente su voluntad de volver al acuerdo, aunque insiste en que Irán debe comprometerse a cumplir plenamente las condiciones del tratado. Teherán, por su parte, advierte que no volverá a asumir sus compromisos nucleares hasta que Washington levante las numerosas sanciones impuestas al país.
En este sentido, Irán recalca que necesita garantías de que EE.UU. no volverá a abandonar el pacto. Además, el nuevo Gobierno iraní podría poner sobre la mesa el asunto de la compensaciones por las sanciones que han perjudicado su economía.
"Una agenda oculta"
Las negociaciones, que incluyeron seis rondas de conversaciones, se estancaron tras la elección de Ebrahim Raisi como presidente de la nación persa en junio de 2021.
Por su parte, el analista internacional Juan Luis González Pérez opina que Occidente tiene "una agenda oculta" en estas negociaciones y sostiene que la presión que ejerce sobre Irán busca evitar que sea un país soberano y fuerte. "La presión económica, militar y diplomática por parte de la Unión Europea y EE.UU. contra Irán trata de evitar su influencia en la región, pero también acabar con su investigación y desarrollo militar", afirma González. "El tema nuclear les importa bien poco, lo que de verdad quieren es un Irán desarmado, sin política exterior propia, es decir, un país sin soberanía", concluyó.