El Gobierno israelí ha aprobado este domingo el uso de la vigilancia de teléfonos móviles por parte de la Agencia de Seguridad de Israel para determinar el paradero de las personas que se han infectado con la nueva variante Ómicron del coronavirus, según reza un comunicado gubernamental.
Esta medida se toma para localizar los casos confirmados de la nueva cepa y romper así la cadena de infección, explica el Gobierno. Por ahora, se prevé que la decisión permanezca en vigor hasta el 2 de diciembre.