El Ministerio de Salud de Argentina ha aprobado la vacuna monodosis rusa Sputnik Light como vacuna independiente y de refuerzo contra el coronavirus, según lo ha anunciado el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF).
La vacuna Sputnik Light se basa en el adenovirus humano serotipo 26, que es el primer componente de la vacuna Sputnik V.
Argentina fue uno de los primeros países del mundo en autorizar Sputnik V en diciembre de 2020. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Dispositivos Médicos (ANMAT) registró la vacuna rusa sobre la base de los datos de los ensayos clínicos rusos, sin pruebas adicionales en Argentina.
El RDIF señala en un comunicado que Sputnik V es una de las principales vacunas utilizadas durante la campaña de vacunación en todo el país, lo que permitió reducir 35 veces el surgimiento de nuevos casos de covid-19 en 4 meses.
"Sputnik V ha jugado un papel decisivo en la protección de la población de Argentina y en ayudar al país a mantenerse entre los líderes en la lucha contra el coronavirus", reza el comunicado.
El Centro Gamaleya, que desarrolló la vacuna, concluye, a partir de los datos de 28.000 individuos en Moscú, que la vacuna Sputnik Light administrada de forma independiente tiene una eficacia del 70 % contra la infección por la variante Delta del coronavirus durante los primeros tres meses después de la vacunación. El fármaco tiene una eficacia del 75 % en sujetos menores de 60 años.
La eficacia de Sputnik Light como refuerzo contra la variante Delta estará cerca de la de la vacuna Sputnik V: más del 83% contra la infección y más del 94 % contra la hospitalización.
Además, un estudio en Argentina demostró el alto perfil de seguridad del uso de Sputnik Light en combinación con otras vacunas, sin reacciones adversas graves después de la vacunación en cualquier combinación.
Entre las ventajas de la vacuna monodosis figura su facilidad de administración y su control, así como un calendario de revacunación más flexible cuando se usa como refuerzo.