No son precisamente las consecuencias de la nueva variante ómicron lo que debería preocupar a los inversores en acciones: es el posible aceleramiento en la reducción de las compras de activos por parte de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) lo que podría representar la mayor amenaza para el mercado accionario, según los estrategas de Morgan Stanley.
"La reducción de las compras de activos está restringiendo los mercados y llevará a valoraciones más bajas, como siempre lo hace en cualquier etapa de recuperación", comentaron los expertos después que el presidente de la Fed, Jerome Powell, mencionara esa posible aceleración con el fin de impulsar la economía estadounidense en su lucha contra las crecientes presiones inflacionarias.
De acuerdo con los especialistas de Morgan Stanley, como consecuencia de los cambios en la política monetaria caerá el índice S&P 500, que incluye las mayores empresas estadounidenses en términos de capitalización. Asimismo, estiman que los inversores comenzarán a exigir primas de riesgo mucho más elevadas, ya que esperan que la tasa de interés oficial a largo plazo sea considerablemente más alta de lo que es ahora.
¿Los mercados ya no temen al covid-19?
En cuanto a la ómicron, por el contrario, JPMorgan predijo la semana pasada que los mercados seguirían subiendo a pesar de la propagación de la nueva variante del coronavirus. El banco considera que su aparición debe considerarse "en el contexto de una mayor inmunidad natural y adquirida por las vacunas, una menor mortalidad y nuevos tratamientos".
De igual manera, pronostican esos estrategas que la paulatina normalización de los mercados financieros tras la pandemia continuará en 2022, con un índice S&P 500 en alza hasta sumar alrededor de 9 % desde sus niveles actuales.