Elon Musk, el hombre más rico del mundo, se ha quedado sin casa en propiedad al vender la última mansión que poseía, situada en Hillsborough, California, un año y medio después de que prometiera deshacerse de su amplia cartera de bienes inmuebles para centrarse en su misión de colonizar Marte.
El director general de SpaceX y Tesla compró la vivienda, de diez dormitorios y 1.486 metros cuadrados, por 23,3 millones de dólares en 2017. Ahora la propiedad se vendió por 30 millones de dólares después de estar cotizada inicialmente en 37,5 millones y de que el magnate rebajara el precio de esta histórica mansión en Silicon Valley a 31,99 millones en octubre, según Mansion Global.
En 2020, el empresario de origen sudafricano anunció que planeaba deshacerse de "casi todas sus posesiones físicas", ya que estas lo distraían demasiado de objetivos más elevados que busca alcanzar con sus compañías.
A mediados de este año, Musk compartió en su cuenta de Twitter que ya había vendido todos sus bienes inmobiliarios, a excepción de uno: "Sí, vendí mis casas, excepto una en el Área de la Bahía [de San Francisco] que se alquila para eventos. Trabajando en energía sostenible para la Tierra con Tesla y protegiendo el futuro de la conciencia haciendo vida multiplanetaria con SpaceX".
Poco después, el magnate comentó que había decidido vender la última casa que le quedaba. "Solo tiene que ser para una familia grande que vaya a vivir allí. Es un lugar especial", declaró. Asimismo, aseguró que actualmente vive en una modesta vivienda situada en las instalaciones de su compañía aeroespacial en Texas: "Mi casa principal es literalmente una casa de más o menos 50.000 dólares en Boca Chica, Starbase, que alquilo a SpaceX".