Un recluso condenado a muerte por matar a su esposa, confiesa haber cometido otro asesinato antes de ser ejecutado
Un hombre condenado a muerte en EE.UU. en 2012 por el asesinato de su esposa —de la que estaba separado— y violar a su hijastra, confesó antes de su ejecución el pasado 17 de noviembre que había matado a su cuñada en 2007.
David Neal Cox, de 50 años, dio instrucciones detalladas sobre el paradero de los restos de Felicia Cox, informó John Weddle, fiscal de Fiscal del Primer Circuito del norte de Misisipi. Este testimonio podría ayudar a cerrar un caso que llevaba más de 14 años sin resolverse.
Según Weddle, no ha habido "indicios de que alguien más que Cox fuera responsable de la muerte de Felicia Cox", ya que fue la última persona que la vio antes de desaparecer.
Dos días después de la ejecución, el 19 de noviembre, los abogados de Cox entregaron en persona una carta de su cliente al fiscal de distrito en la que, además de los detalles del asesinato, el recluso acordó renunciar al privilegio abogado-cliente después de su muerte.
El fiscal no reveló la ubicación que Cox proporcionó, pero aseguró que está en el condado de Pontotoc y agregó que los investigadores se están preparando para comenzar los esfuerzos de recuperación junto a expertos en arqueología y antropología de la Universidad Estatal de Misisipi.
David Neal Cox, fue el primer preso al que se aplica la pena capital en nueve años en el estado de Misisipi.