La combinación de una primera dosis de las vacunas contra el coronavirus de AstraZeneca o Pfizer-BioNTech con una segunda dosis de Moderna nueve semanas después generó una respuesta inmune superior a un esquema de inoculación homogéneo, revelan los resultados del ensayo clínico Com-COV2 realizado en Reino Unido y publicado este lunes en The Lancet.
Los autores del estudio señalan que, ante la escasez de vacunas y las restricciones de edad para ciertos fármacos, varios países se vieron obligados a recurrir a un esquema heterogéneo de inoculación.
El ensayo clínico, que contó con la participación de 1.072 voluntarios, reveló que la aplicación de una primera dosis de AstraZeneca-Oxford en combinación con una segunda dosis de la vacuna de Moderna o de Novavax genera una respuesta mayor de anticuerpos y células T en comparación con dos dosis "homogéneas" de un mismo preparado.
Mientras, una dosis de Pfizer-BioNTech seguida por una dosis de Moderna generó una respuesta inmune mejor que dos dosis estándares de Pfizer-BioNTech. Por otra parte, el uso de una primera dosis de Pfizer-BioNTech en combinación con Novavax consiguió superar la eficacia de dos dosis de Oxford-AstraZeneca, pero generó una respuesta de anticuerpos y células T más baja en comparación con dos dosis de Pfizer-BioNTech.
Los investigadores precisan que no se presentaron problemas de seguridad durante el experimento, que consideran un paso importante para demostrar que una mezcla de vacunas no necesariamente obtiene un resultado inferior.
"Creo que los datos de este estudio serán especialmente interesantes y valiosos para los países de ingresos bajos y medianos donde todavía se administran las primeras dos dosis de las vacunas", dijo a Reuters Matthew Snape, de la Universidad de Oxford y uno de los autores del estudio.