El expresidente de Ecuador Rafael Correa tildó de "sinvergüenza" al también exmandatario de ese país, Lenín Moreno (2017-2021), por entregar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y facilitar su extradición a EE.UU., que fue autorizada recientemente por una corte de Londres.
La decisión de que sea extraditado fue tomada por el Tribunal Superior de Justicia de Londres, corte que se consideró satisfecha con las garantías de la parte estadounidense de que Assange no será sometido al duro régimen, conocido como medidas administrativas especiales, cuando esté bajo custodia en el país norteamericano.
Todo este proceso en contra de Assange se ha llevado a cabo en la Justicia británica, luego de que el fundador de WikiLeaks fuera detenido en abril de 2019 en la embajada de Ecuador en Londres. La aprehensión se produjo después de que el gobierno de Moreno le retirara el asilo del que gozó durante siete años, y que le fue concedido en 2012 durante la administración de Correa.
En entrevista con RT, Correa consideró que Moreno "negoció con la cabeza de Assange" desde que inició su mandato.
En ese sentido, explicó que el 30 de mayo de 2017, apenas seis días después de asumir el cargo, el exmandatario "ofreció entregar a Assange a cambio de ayuda financiera de los EE.UU.", durante una reunión con Paul Manafort, exjefe de campaña de Donald Trump.
Correa hizo referencia al artículo 41 de la Constitución de Ecuador, que habría sido violado por Moreno al expulsar a Assange de la Embajada de Quito en Londres, que señala: "Se reconocen los derechos de asilo y refugio, de acuerdo con la ley y los instrumentos internacionales de derechos humanos. Las personas que se encuentren en condición de asilo o refugio gozarán de protección especial que garantice el pleno ejercicio de sus derechos. El Estado respetará y garantizará el principio de no devolución, además de la asistencia humanitaria y jurídica de emergencia".
"Moreno destrozó la Constitución ecuatoriana", enfatizó. Durante la entrevista, Correa recordó que su administración le entregó el asilo a Assange "porque no había ninguna garantía al debido proceso".
"Un regalo"
Assange es acusado en EE.UU. de cargos por espionaje y piratería informática, tras la publicación de cientos de miles de páginas con documentos militares secretos y cables diplomáticos sobre las actividades del país norteamericano en las guerras en Irak y Afganistán, que fueron difundidos por su portal de filtraciones WikiLeaks desde 2010. Los cargos conllevan una sentencia máxima de 175 años de prisión.
Correa ironizó que la aprobación de su extradición a EE.UU. "es un regalo por el Día de los Derechos Humanos", que se celebra justo este 10 de diciembre.
"Que paradoja que el Día Internacional de los Derechos Humanos se cometa tremendo atentado a los derechos humanos de un periodista, por el pecado de haber dicho la verdad", añadió.
El exmandatario también calificó de "doble moral" e "hipocresía total" todo este proceso contra el australiano.
"Por denunciar crímenes de guerra, en lugar de sancionar a los criminales de guerra, los criminales de guerra persiguen al que denunció", dijo.
Del mismo modo, especuló que si Assange hubiera revelado secretos de China, de Rusia o de los gobiernos de izquierda latinoamericanos, "estaría siendo aplaudido por toda la gran prensa internacional, homenajeado en los congresos de EE.UU., en el Parlamento del Reino Unido". Sin embargo, como sacó a la luz documentos de un "país hegemónico", ahora "es un criminal".
De acuerdo con Correa, este proceso busca un "efecto demostración", para que "nadie más se atreva a denunciar los secretos de las grandes potencias".