El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha afirmado este sábado que su Gobierno barajaría la posibilidad de enviar más tropas a los países de Europa del Este de la OTAN para aumentar sus capacidades de defensa.
El mandatario precisó que consideraría esta opción en el caso de una supuesta "invasión" de Rusia a Ucrania. Sin embargo, subrayó que el envío de las tropas terrestres estadounidenses a Ucrania "nunca estuvo sobre la mesa".
Biden aseguró a los periodistas que Rusia pagaría "un precio terrible" si invadiera a su vecino. "Le dejé absolutamente claro al presidente Putin... que si se mueve en Ucrania, las consecuencias económicas para su economía van a ser devastadoras, devastadoras", dijo el presidente durante una rueda de prensa en la ciudad de Wilmington en el estado de Delaware.
La postura de Moscú
Las palabras del inquilino de la Casa Blanca llegan días después de que se reuniera con el presidente ruso Vladímir Putin para abordar, entre otros temas, las tensiones en torno a Ucrania.
En particular, el mandatario ruso enfatizó que no se debe responsabilizar a Moscú de la escalada de tensiones, mientras la OTAN emprende "peligrosos intentos de militarizar el territorio ucraniano" y va aumentando las capacidades militares en las inmediaciones de Rusia.
Además, según un comunicado del Kremlin publicado tras la cumbre virtual, la postura de Moscú radica en la necesidad de obtener "garantías fiables y jurídicamente vinculantes que excluyan la expansión de la OTAN hacia el este y el despliegue de sistemas de armas ofensivas en los países vecinos".
En paralelo, Putin reiteró que los acuerdos de Minsk de 2015 siguen siendo la clave para resolver el conflicto en la región de Donbass. En este sentido, el presidente ruso llamó la atención de su homólogo estadounidense sobre "la línea destructiva de Kiev", lo que podría poner en peligro los acuerdos de Minsk.