Los virólogos no pueden ponerse de acuerdo respecto al origen de la reciente cepa ómicron. Unos opinan que la variante es el resultado de mutaciones que se dieron en un organismo humano que padece una enfermedad autoinmune, mientras que otros responsabilizan a un antiviral experimental contra el covid-19. Estas y otras opiniones fueron recopiladas y publicadas este viernes por Financial Times.
Un dato curioso sobre ómicron que sorprendió a los científicos, fue que los rasgos genéticos de la nueva cepa tenían más similitudes con las variantes del coronavirus que circulaban el año pasado que con las más recientes, tales como beta y delta.
"Parece que [ómicron] estuvo escondida durante un año", comentó Sarah Otto, profesora de biología evolutiva de la Universidad de Columbia Británica (Canadá).
Según Richard Lessells, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de KwaZulu-Natal, ómicron se originó en Sudáfrica.
A finales del año pasado, un equipo de investigadores examinó a un paciente con VIH no tratado que estuvo infectado con covid-19 durante más de seis meses. Las pruebas demostraron que el paciente presentaba varias mutaciones que afectaban a la proteína espiga, la que ayuda al coronavirus a penetrar en las células. Al mismo tiempo, un estudio realizado por virólogos británicos, reveló un proceso similar en un paciente con covid-19 que padecía cáncer de sangre.
La respuesta inmunitaria de un paciente con VIH no lograría destruir el coronavirus por ser demasiado débil, pero podría provocar sus mutaciones, explica Lessells.
La combinación de un elevado número de contagios, la falta de vacunas y décadas de crisis del VIH hacen muy probable que las personas inmunodeprimidas sean portadoras del coronavirus desde hace tiempo, a cuya teoría se suma la bióloga canadiense.
Otro grupo de científicos sospechan que la nueva cepa apareció debido a las mutaciones causadas por el medicamento antiviral experimental fabricado por la farmacéutica alemana Merck y bautizado molnupiravir, ya que Sudáfrica fue una de las regiones donde la empresa llevaba a cabo sus ensayos clínicos a partir de octubre de 2020, contó el virólogo William Haseltine.
A su vez, Merck refutó las acusaciones de Haseltine alegando que sus sugerencias no tienen ninguna base científica.
Por último, la hipótesis de que la nueva mutación primero surgió en los animales y luego pasó a los humanos no es totalmente improbable, pero tampoco hay bastantes motivos para creer en este origen de ómicron, explicó Stuart Ray, profesor de medicina de la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.). En cuanto a los virus de origen animal que logran atacar el organismo humano, estos acumulan mutaciones que son capaces de afectar a los animales, no a los humanos, aseguró.