Un equipo de científicos de la Universidad Médica de Innsbruck, en Austria, afirma que la cepa B.1.1.529 (ómicron) del covid-19 es más contagiosa que las variantes alfa, beta y delta. Los investigadores publicaron sus conclusiones en un informe subido el pasado sábado en el portal de preimpresión medRxiv.
Durante el estudio, los médicos compararon la respuesta inmune a la nueva cepa en individuos con varios tipos de inmunidad contra el coronavirus —postvacunal y convalesciente—, así como con la llamada 'superinmunidad', es decir, una combinación de los efectos de la vacuna y la enfermedad. Sin embargo, algo que hay que tener en cuenta es que durante el análisis se utilizó una muestra muy pequeña, de entre cinco y 20 personas para cada grupo.
Según el gráfico presentado en el estudio, la mejor protección contra la variante ómicron la ofrece la inmunidad híbrida obtenida mediante la vacunación tras haber sufrido la enfermedad. La segunda mejor protección se obtiene con la combinación inversa (sufrir la enfermedad tras haberse vacunado). Asimismo, una eficiencia menor pero notable la mostró la combinación de varias vacunas y la vacunación con dos dosis del fármaco BNT162b2, de Pfizer.
Las vacunas de AstraZeneca y de Moderna, así como la inmunidad convaleciente obtenida tras la infección con alfa, beta o delta, proporcionaron una respuesta inmune demasiado débil contra la variedad ómicron.
"Que B.1.1.529 se convierta en dominante y cause una morbilidad y mortalidad significativas en el futuro dependerá de su transmisibilidad y patogenicidad. Sin embargo, aunque una tercera vacunación de refuerzo con BNT162b2 puede aumentar el nivel de anticuerpos de neutralización cruzada contra B.1.1.529, los datos presentados abogan firmemente por el rápido desarrollo de nuevas vacunas adaptadas a las variantes", sugieren los autores del informe.
Entre tanto, el informe no ha sido certificado por la revisión por pares, así que todavía "no debe utilizarse para guiar la práctica clínica", se recuerda en el texto.