Los Archivos Nacionales de EE.UU. publicaron este miércoles 1.491 documentos anteriormente clasificados sobre el magnicidio del presidente John F. Kennedy, quien fuera asesinado en la ciudad de Dallas (Texas) en 1963.
En octubre pasado, el presidente estadounidense, Joe Biden, emitió una orden ejecutiva para retrasar la publicación de aproximadamente 15.000 registros hasta el 15 de diciembre de 2022. Sin embargo, prometió para el 15 de diciembre de este año la desclasificación de "cualquier información actualmente vedada a la divulgación pública que las agencias no hayan propuesto para un aplazamiento continuo".
Los documentos que salieron a la luz esta jornada incluyen miles de páginas de memorandos de investigación preparados por la CIA, el FBI, el Departamento de Estado y el Departamento de Defensa.
Contacto con un agente de la KGB
La publicación incluye información de que el asesino de Kennedy, Lee Harvey Oswald, contactó con un agente de la KGB dos meses antes del crimen. En septiembre de 1963, Oswald se reunió con un espía ruso de alto rango en la Ciudad de México.
"Según una llamada telefónica interceptada en la Ciudad de México, Lee Oswald estaba allí en la Embajada soviética el 23 de septiembre y habló con el cónsul Valeriy Vladimirovich", reza el documento. Además, "Oswald llamó a la Embajada soviética el 1 de octubre, se identificó por su nombre y habló en ruso entrecortado, indicando lo anterior y preguntando al guardia que contestó el teléfono si había 'algo relacionado con el telegrama a Washington'", señala un memorando escrito por el entonces jefe de la CIA, Tennent Bagley, el 23 de noviembre de 1963, un día después de que Oswald fuera acusado por el magnicidio.
Asimismo, los documentos incluyen registros de llamadas telefónicas anónimas a la Embajada de EE.UU. en la capital australiana, Canberra, que tuvieron lugar un año antes del asesinato, en las que se afirmaba que el Gobierno soviético estaba conspirando para matar a Kennedy. Otra llamada se registró el 24 de septiembre, en la que una persona afirmaba que Rusia estaba detrás del atentado.
Además, un cable de la CIA describe como Oswald telefoneó a la Embajada soviética en la capital mexicana para solicitar un visado para viajar a la URSS. También visitó la Embajada cubana, aparentemente interesado en un visado que le permitiera viajar a la isla y esperar allí un visado soviético. El 3 de octubre, más de un mes antes del asesinato, regresó a Estados Unidos cruzando la frontera en el estado de Texas.
Otro documento de la CIA marcado como 'Secret Eyes Only' ('Solo ojos secretos') rastrea los complots del Gobierno estadounidense para asesinar al entonces líder cubano, Fidel Castro, incluyendo un complot de 1960 "que implicaba el uso del submundo criminal con contactos dentro de Cuba".
Por otra parte, algunos memorandos citan entrevistas con activistas comunistas en México, con quienes Oswald se habría reunido, a la vez que se revela que cuatro años antes de que ocurriera el crimen intentó renunciar a su ciudadanía estadounidense a favor de la rusa. En todos los archivos también se menciona a la esposa de Oswald, Marina, que precisamente era rusa.
"Nadie va a creer que eso sea todo"
Los archivos fueron recopilados en 1992, mientras que la investigación sobre el asesinato finalizó en 1997, dejando otros miles de registros que aún permanecen sellados. De acuerdo a los reportes, los documentos no sacaron a relucir pruebas irrefutables capaces de responder a las preguntas que rodearon la muerte del presidente.
Una investigación de 10 meses, llevada a cabo en 1964 por una comisión supervisada por el entonces presidente del Tribunal Supremo, Earl Warren, concluyó que Lee Harvey Oswald actuó solo; sin embargo, esta versión no parece creíble para muchos estadounidenses.
"Debido a que le ha tomado [al gobierno] tanto tiempo sacar estos registros, no importa lo que salga, nadie va a creer que eso sea todo", afirmó un funcionario familiarizado con las preocupaciones derivadas de la clasificación de documentos.