La familia real de los Países Bajos ha expresado públicamente su arrepentimiento por una polémica fiesta de cumpleaños de la princesa Catalina Amalia, la hija mayor del rey Guillermo Alejandro, celebrada en medio de las estrictas restricciones sanitarias en el país a raíz de un rebrote de covid-19, informan medios locales.
La homenajeada cumplió 18 años el pasado 7 de diciembre, convirtiéndose oficialmente en heredera del trono y obteniendo el título de princesa de Orange-Nassau.
De acuerdo con algunos reportes, la celebración, que tuvo lugar el pasado sábado en los jardines de la residencia real en el palacio de Huis ten Bosch, en la Haya, contó con más de un centenar de invitados.
Sin embargo, desde el Servicio de Información del Gobierno aseguraron que tan solo hubo 21 personas presentes, todas ellas vacunadas y obligadas a respetar el distanciamiento social en el transcurso de la reunión.
Posteriormente, el monarca le comunicó al primer ministro neerlandés, Mark Rutte, que considera equivocada la decisión de haber llevado a cabo ese festejo.
"El rey me informó haber reflexionado que no fue una buena idea organizar [la celebración]", escribió el alto cargo en una carta dirigida al Parlamento.
Y añadió que la familia real se esmeró por cumplir las reglas anticovid "responsablemente con esta reunión al aire libre y tomando precauciones".
Durante la última semana, en el país se han confirmado un promedio de aproximadamente 16.000 contagios diarios. Actualmente solo se permiten reuniones con hasta cuatro visitantes por hogar.
Si te ha parecido interesante, ¡compártelo con tus amigos!