Un hombre que pasó injustamente 23 años en una prisión de Georgia, EE.UU., por un asesinato que él no cometió fue liberado este lunes tras más de una década de lucha contra el sistema judicial que desestimaba las apelaciones de la defensa, pese a la existencia de pruebas que indicaban su inocencia, informa el diario The Atlanta Journal-Constitution.
Devonia Inman, que ahora tiene 43 años, en 2001 fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de una mujer, perpetrado en 1998 durante un robo a mano armada. En noviembre pasado, un juez del estado de Georgia anuló esa condena y ordenó un nuevo juicio. Además, el magistrado descubrió que anteriormente los fiscales habían retenido evidencias que probaban la inocencia de ese hombre.
El diario señala que Inman fue condenado sin pruebas físicas que lo vincularan con el crimen y en gran parte, basándose en testimonios falsos de cuatro testigos clave, tres de los cuales más tarde se retractaron de sus versiones. Una testigo había revelado que sus palabras sobre la supuesta culpabilidad de Devonia fueron inventadas, con el fin de que los detectives la dejaran en paz.
El autor del asesinato
Asimismo, durante el juicio inicial, el juez impidió que la defensa presentara testimonios de otros testigos, que indicaban que el asesinato fue cometido por un individuo identificado como Hercules Brown.
En el 2011, las pruebas de ADN vincularon a Brown con dicho crimen, pero en el 2014 el sistema judicial desestimó la apelación de un nuevo juicio presentada por los abogados de Devonia. En 2018, la defensa presentó un nuevo recurso y la Fiscalía General del estado intentó que esa solicitud fuera desestimada, pero la Corte Suprema de Georgia permitió que el caso procediera.
Brown fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de otras dos personas durante un robo a mano armada cometido a finales de los años 1990, pero nunca fue acusado del crimen vinculado a Inman.
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