El Gobierno colombiano no cumplió este año la meta de erradicación de cultivos ilícitos en el país debido a que hasta final de año alcanzará las 105.000 hectáreas eliminadas, cuando la proyección era de 130.000.
El ministro de Defensa, Diego Molano, dio a conocer esta cifra durante un informe de gestión de las Fuerzas Militares desde el municipio Carepa, en el departamento de Antioquia.
"Este año vamos a llegar a 105.000 hectáreas erradicadas, con estas en el total del cuatrienio del presidente Duque llegaríamos a 350.000", afirmó. En 2020 la cifra fue de 130.000 hectáreas, mientras que en 2019 correspondió a 100.000.
Estas 105.000 hectáreas pertenecen principalmente a los departamentos del Norte de Santander, Nariño, Putumayo, Antioquia, Cauca y Bolívar, donde se encuentra el 60 % de los cultivos ilícitos, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), recoge El Colombiano.
A pesar de estos números, Molano considera que aunque el país suramericano no haya alcanzado el objetivo establecido sí ha logrado superar las 70.000 hectáreas anuales en promedio previstas en el plan de desarrollo para los cuatro años de mandato de Iván Duque.
Para las labores de erradicación manual se han destinado 139 grupos móviles de las Fuerzas Militares y 2.919 funcionarios de la Policía y el Ejército. Esta estrategia ha sido criticada por algunos sectores de organizaciones defensoras de los derechos humanos que afirman que la Fuerza Pública ha ejercido algún tipo de violencia contra poblaciones rurales vulnerables en medio de los operativos; que deben fortalecerse los planes sociales en las comunidades y que el Gobierno debe cumplir con el plan de sustitución de cultivos establecido en el Acuerdo de Paz.
¿Por qué no se llegó a la meta?
Molano aseguró que las manifestaciones antigubernamentales de este año, que se extendieron por casi tres meses, dificultaron que se alcanzara el objetivo.
En octubre, afirma El Colombiano, el Ejército había informado que en 2021 hubo 1.017 bloqueos o manifestaciones que detuvieron parcial o temporalmente la erradicación forzada. Además, parte de los miembros de la Fuerza Pública participaron en la contención de las movilizaciones lo que, según las autoridades, causó que se dejaran de eliminar 10.000 hectáreas de cultivos ilegales.
A esta cifra se le agregó la decisión de la Sala Penal del Tribunal Superior de Pasto, en el departamento de Nariño, que ordenó que se suspendieran las acciones de erradicación tras una tutela introducida por un grupo de campesinos que alegó que no se tomó en cuenta su opinión para los operativos.
Los números no son alentadores para Colombia en medio de su cuestionada política antidrogas y de cifras controversiales. A mediados de año, la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de EE.UU. (ONDCP) informó que hubo un incremento de las hectáreas de coca que pasaron de 212.000 en 2019 a 245.000 en 2020. Sin embargo, la Casa de Nariño respondió que estos datos contrastaban con los de la UNODC, que estableció que se habían reducido de 154.000 en 2019 a 143.000 en el año pasado.