Siete años después de su surgimiento, el concepto Web3 ha alcanzado en 2021 su cota máxima de su popularidad, mientras no deja de gener polémica entre los usuarios de la red informática mundial. En los últimos días, se han intensificado una serie de debates en torno a la propia noción de Web3 que cuestionan la posibilidad de su puesta en práctica y en los que han participado algunos multimillonarios tecnológicos, como el director ejecutivo de Tesla y SpaceX, Elon Musk, y el exdirector ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey.
La evolución de Internet
El concepto, acuñado en 2014 por el cofundador de la criptomoneda ethereum, Gavin Wood, remite a la existencia de otras dos eras anteriores de Internet, Web 1.0 y Web 2.0, que serían reemplazadas por su tercera generación debido a sus limitaciones, según revela el propio Wood a Wired.
Web 1.0, la versión original y más básica de Internet, permitía poca interacción, limitándose la mayor parte de la actividad en la Red a la navegación y la lectura de páginas estáticas. Por su parte, Web 2.0, la actual generación, se tradujo en un Internet más interactivo y social, marcando el punto de partida de la época de la centralización con un pequeño grupo de corporaciones y gigantes tecnológicos que poseen la mayoría de las plataformas y están sujetas a un número limitado de reguladores gubernamentales centralizados.
La Red descentralizada
A diferencia de sus predecesores, la Web3 o Web 3.0 promete brindar un sistema descentralizado controlado por los consumidores y no por las grandes corporaciones, en el que los usuarios podrían interactuar y transferir los datos libremente.
El concepto Web3 evoca una nueva generación de Internet que se basaría en la cadena de bloques, una estructura compuesta de elementos que contienen datos encriptados sobre cada transacción, por medio de la cual funcionan los tokens no fungibles (NFT). Una base de este tipo ayudaría a mantener los datos libres y distribuidos entre redes entre pares.
El concepto se fundamenta, en gran medida, en las criptomonedas, que desempeñarían el papel de incentivos para aquellos que deseen participar en la creación y el desarrollo de la nueva Red, un hecho que ayudaría a apartar a los intermediarios del proceso.
Una "palabra de moda de 'marketing'"
Antes de convertirse en realidad, el concepto ha sido objeto de fuertes críticas, debido a la supuesta imposibilidad de su puesta en marcha. Esta semana, el exjefe de Twitter, Jack Dorsey, afirmó que la Web3 se trata, en realidad, de "una entidad centralizada con una etiqueta diferente". "Ustedes no son los dueños de la Web3. Los verdaderos son los capitalistas de riesgo y sus limitados socios. Nunca escapará de sus incentivos", escribió.
Por su parte, Elon Musk escribió en su cuenta de Twitter que la Web3 "suena a mierda" y, actualmente, parece más bien una "palabra de moda de 'marketing'" que una realidad.