El proyecto del gasoducto Nord Stream 2, construido entre Rusia y Alemania a través del mar Báltico, ha quedado estancado a falta de los últimos permisos pendientes en medio del auge de los precios del gas en Europa. La ministra de Exteriores alemana Annalena Baerbock aseveró hace dos semanas que Berlín no autorizará su puesta en marcha en el caso de "nuevas escaladas" de tensión en Ucrania.
La negativa de Alemania de conceder el permiso al importante proyecto energético ruso se produce en un momento cuando Occidente acusa al Kremlin de estar preparándose para un operativo militar en el país vecino y Moscú, por su parte, acusa a la OTAN de expandirse hacia el este y sus fronteras en detrimento de su propia seguridad nacional.
Mientras las autoridades alemanas reconocen que la falta de autorización del Nord Stream 2 se debe únicamente a los motivos políticos, el Gobierno ruso, que rechaza los calificativos de agresor en su contra, no oculta su desaprobación por politizar la esfera energética. "Es una estupidez por parte de aquellos que no permiten que este sistema funcione, porque el suministro adicional de gas al mercado europeo, sin duda alguna, bajaría el precio al contado en la bolsa", declaró Vladímir Putin este viernes.
Por su parte, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, opinó en declaraciones a la revista rusa Mezhdunaródnaya Zhizn ('Vida internacional', en ruso), que el Nord Stream 2 "se ha convertido en una moneda de cambio" en el "juego de subir la apuesta" de los políticos estadounidenses y europeos. "Creo que no hay que dramatizarlo, entre otras razones, porque nadie planea atacar a Ucrania", recalcó el alto funcionario.
Ucrania, orgullosa de que el Nord Stream 2 no opera
Entretanto, en Ucrania, que todavía goza de una condición privilegiada del tránsito del gas ruso a Europa a través de su territorio de acuerdo con el contrato que se vence el 31 de diciembre de 2024, celebran las trabas que enfrenta el gasoducto ruso.
"El hecho de que [el Nord Stream 2] todavía no opere, el hecho de que sigamos luchando contra él a día de hoy también es un resultado con el que deberíamos estar contentos y del que deberíamos estar orgullosos. Junto con nuestros socios hemos frenado considerablemente la puesta en marcha de este proyecto y hemos ganado mucho tiempo y buenas condiciones en las negociaciones con Rusia", declaró el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitri Kuleba, entrevistado por el canal Ukraina 24.
A su vez, el jefe del gigante gasístico ucraniano Naftogaz, Yuri Vitrenko, aseguró que el proyecto "no se lanzará próximamente, o no se lanzará en absoluto". "Fue nuestra política consciente de poner a Putin ante la elección", declaró el directivo en una entrevista a RBK-Ukraina este jueves.
"El mercado europeo perderá su atractivo"
"El Nord Stream 2 es un indicador de la soberanía de la Unión Europea", comentó a RT Alexéi Mujin, director general de la consultora Centro de información política, situada en Moscú. "El hecho de que se ponga en marcha tan a regañadientes sugiere que en el territorio de la UE los países no toman las decisiones", opinó.
Según Mujin, "si esta situación persiste y no se acelera la puesta en marcha del gasoducto, Europa se enfrentará a tiempos oscuros no solo en materia económica, sino también en la política, porque quedará claro que no hay de qué hablar con ella, el mercado europeo perderá su atractivo".
El experto de otra consultora moscovita, Fondo nacional de seguridad energética, Stanislav Mitrajóvich, comparte las estimaciones del Gobierno ruso de que el suministro de gas a través del Nord Stream 2 permitiría a Europa bajar los precios para sus propios ciudadanos y el estancamiento del proyecto se debe a las ganas de las naciones europeas de adherirse a la política proestadounidense.
"De haber cerrado nuevos contratos a largo plazo con Rusia para el suministro de gas, su precio en Europa bajaría tanto para los propios Estados, como para sus ciudadanos. De lo contrario, el golpe lo sufren los consumidores comunes", señaló Mitrajóvich a RT.
El analista sostiene que actualmente "en Alemania no hay consenso sobre qué hacer con el oleoducto, porque las autoridades actuales tienen miedo de estropear las relaciones tanto con Rusia, como con Estados Unidos" y no quieren provocar un escándalo político: "Todo el mundo se pondría a decir que Alemania se doblegó bajo Putin".