Más de 1.500 perros, calificados como "peligrosos", han sido sacrificados después de ser capturados por la Policía del Reino Unido en los últimos tres años, informó este domingo Sky News.
Esta medida se produjo en concordancia con la controvertida Ley de Perros Peligrosos, según la cual, no se puede tener como mascota a razas pitbull terrier, Tosa Inu japonés, el Dogo argentino y el Fila brasileño. Asimismo, otras razas también pueden ser capturadas si se encuentran fuera de control.
Críticas de organizaciones protectoras de animales
Muchas organizaciones protectoras de animales temen que varios de los canes hayan sido "sacrificados innecesariamente". Una de ellas, la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés) advirtió que una parte de las muertes se realizaron "sin ninguna consideración" por el comportamiento de los caninos y que son capturados "en función de su aspecto" y "la gran mayoría de ellos no representarán un riesgo para la seguridad pública".
Sam Gaines, especialista de RSPCA, recomendó que se solicite a los dueños una licencia para poder adquirir un perro, lo que implicaría una tarifa anual para ayudar a mejorar la seguridad y ha instado al Gobierno a revisar la polémica legislación.
Por parte de las autoridades, una portavoz del Departamento del Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales sostuvo que, "los ataques de canes pueden tener consecuencias horribles, por lo que es un delito permitir que cualquiera de ellos, no solo las especies prohibidas, esté peligrosamente fuera de control".