Cuatro personas que supuestamente violaron las restricciones impuestas por el covid-19 en China fueron obligadas este martes a desfilar frente a una multitud por las calles de la ciudad de Jingxi, en la región de Guangxi, fronteriza con Vietnam. Los individuos fueron acusados de ayudar a migrantes a cruzar ilegalmente la frontera del país, que en su mayoría permanece cerrada debido a la pandemia, informa AFP.
En las imágenes, difundidas por medios locales, se puede ver que los cuatro sospechosos, que tienen el rostro cubierto por protectores faciales y mascarillas y visten trajes NBQ, portando pancartas con sus nombres y fotografías mientras caminan retenidos por dos policías y rodeados por un cordón de agentes antidisturbios.
La humillación pública forma parte de las medidas disciplinarias anunciadas el pasado mes de agosto por el gobierno local para castigar a quienes infrinjan las normas sanitarias. Según Guangxi News, el desfile supuso una "advertencia de la vida real" para la población y "disuadió de cometer delitos relacionados con la frontera".
Sin embargo, el castigo provocó reacciones negativas tanto de usuarios de redes sociales como de medios oficiales. Así, Beijing News, afiliado al Partido Comunista Chino, publicó este miércoles que aunque Jingxi, que se ubica muy cerca de la frontera con Vietnam, está "bajo una tremenda presión" para evitar los casos de coronavirus importados, "la medida viola gravemente el espíritu del estado de derecho y no se puede permitir que se repita".
"¡Horrible desfile en Jingxi, Guangxi! ¡Vuelve el movimiento bárbaro y brutal al estilo de la Revolución cultural! ¿Quieren este tipo de vida democrática?", escribió un usuario de Twitter. "Cargando personas en los mismos vehículos que transportan a cerdos, la ciudad de Jingxi se parece cada vez más a una dictadura", criticó otro.
No es la primera vez que las autoridades locales utilizan este tipo de sanción. Otros sospechosos acusados de contrabando y tráfico de personas también desfilaron en los últimos meses por las calles de la ciudad. Un acto similar tuvo lugar en noviembre y varios videos mostraban a una multitud de personas observando a dos presos mientras un funcionario local leía sus delitos en un micrófono.
Mientras, en agosto, decenas de policías armados fueron vistos acompañando a un sospechoso por las calles hasta un parque infantil.