El estado brasileño de Bahía vive una de sus peores tragedias por las fuertes lluvias que desde noviembre azotan la región y que hasta el momento han dejado 25 muertos y más de 92.000 desplazados.
En total, más de 643.000 personas se han visto afectadas, mientras ya son más de 500 los heridos y 151 las ciudades que se encuentran en situación de emergencia.
El jueves, en contra de la decisión del Gobierno federal, que se negó a aceptar la ayuda propuesta por Argentina, el gobernador de Bahía, Rui Costa, mandó un mensaje "a todos los países del mundo" advirtiendo que aceptará cualquier auxilio.
"Estamos sufriendo las mayor tragedia natural de la historia de Bahía. Mucho sufrimiento y mucha tristeza en plena Navidad y Año Nuevo", ha reiterado Costa. Pero, ¿qué es lo que ha originado esta catástrofe?
La ZCAS, un fenómeno típico
Las lluvias que han impactado en Bahía y otros estados del nordeste brasileño son consecuencia de una combinación de factores: la denominada Zona de Convergencia del Atlántico Sur (ZCAS), un fenómeno climático típico de esta época, que se caracteriza por la persistencia de una banda de nubes prácticamente estacionaria; el fenómeno climático La Niña y la llegada de un ciclón subtropical.
Cuando ocurre el ZCAS, las nubes cargadas de agua se concentran en una sola región y, sin poder seguir su camino, chocan con frentes fríos, provocando nubosidad, humedad y lluvias durante al menos cuatro días consecutivos.
"El proceso que dio origen a esas lluvias es natural en esta época del año, pero lo que está ocurriendo es que hay una lluvia por encima de lo normal, durante más días y de mayor intensidad. Hubo varios momentos en los que la lluvia fue fuerte y si sumas todo el mes de diciembre se ha llegado a niveles excepcionales", explica a RT Estael Sias, que forma parte del observatorio meteorológico brasileño Metsul.
Para tener una idea de la magnitud, en la ciudad bahiana de Itamaraju, el Centro Nacional de Monitoreo y Desastres Naturales (Cemaden) registró 813,2 mm de lluvia entre el 1 y el 28 de diciembre, cuando la media para un año en la región suele ser de 1000 mm.
Un vector de contribución a estos periodos de lluvias es el fenómeno La Niña, un enfriamiento anormal de las aguas ecuatoriales del Océano Pacífico Tropical, que suele tener lugar en intervalos de entre dos a siete años.
Sias explica que La Niña provoca que la lluvia disminuya en el sur de Brasil provocando sequía y un calor por encima de la media, mientras que las precipitaciones aumentan en el norte y en el nordeste del país.
"Pero además del ZCAS y La Niña, tuvimos un ciclón subtropical a comienzos del mes que al generar vientos circulares acabó absorbiendo todavía más la humedad de la Amazonía y formando nubes más cargadas, lo que contribuyó a aumentar el volumen de precipitaciones", apunta Sias.
Influencia del cambio climático
Sobre la posible influencia del cambio climático, la experta opina que para poder realizar un vinculo serían necesarios más estudios.
"Lo que yo percibo es que los extremos vinculados con los cambios climáticos están siendo cada vez más frecuentes, especialmente, en el año 2021, en América del Sur y en todo el mundo. Y no solo extremos de exceso de lluvia, sino de calor –como los 46 º del jueves en el norte de Argentina–, de sequía o tormentas de arena, como pasó este año en Brasil", apunta.
Por último, advierte de la posibilidad de que en las próximas semanas este fenómeno climático se traslade a estados del sudeste, como Sao Paulo o Río de Janeiro, o del centro-oeste, donde está situada Brasilia.
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