El primer ministro de Sudán, Adballa Hamdok, ha anunciado este domingo su renuncia.
En un discurso emitido por el canal oficial del político en YouTube, Hamdok indica que deja su cargo "a otros hijos de la patria para que continúen gobernando […] el resto del período de transición hacia un Estado civil y democrático".
La noticia llega en medio de fuertes tensiones políticas en el país. En particular, la última ola de protestas, que tuvo lugar el 30 de diciembre, ha resultado en la muerte de al menos seis personas, recoge el diario Sudan Tribune con referencia al Comité Central de Doctores Sudaneses. Los manifestantes protestan contra el regreso al poder de los militares tras el golpe de Estado del 25 de octubre. En total, desde esa fecha murieron 55 participantes de las protestas.
El propio Hamdok, que encabezó el Gabinete en 2019, fue detenido inmediatamente tras el golpe bajo el pretexto de su protección y permaneció aproximadamente un mes bajo arresto domiciliario.
Sin embargo, el 21 de noviembre, tras fuertes disturbios en el país, firmó con el líder de los golpistas, el general Abdelfatah al Burhan, un acuerdo que preveía su restitución y la liberación de todos los presos políticos. El pacto estipulaba que el Gobierno de tecnócratas presidido por Hamdok debería garantizar la transición democrática de Sudán, así como prevenir nuevas víctimas durante las protestas.
No obstante, el acuerdo provocó la indignación de numerosos ciudadanos y grupos civiles, como la Asociación de Profesionales de Sudán y la Asociación de Abogados de Darfur. A su vez, la coalición de las Fuerzas de Libertad y Cambio de Sudán declaró que no habrá "negociación, asociación, ni legitimidad" para los conspiradores del golpe.