El Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina lanzó un comunicado este miércoles para advertir sobre "la gravedad de la presencia de armas nucleares" en las Islas Malvinas, luego de que el portal periodístico Declassified UK revelara que el Reino Unido envió este tipo de armamento al archipiélago durante la guerra de 1982, cuando el país sudamericano intentó recuperar la soberanía del territorio estratégico.
La publicación del sitio británico se basa en documentos de los Archivos Nacionales, destacando la gran preocupación que había entre los funcionarios ingleses sobre las posibles consecuencias políticas que podría tener un mal uso de aquel peligroso armamento. En concreto, se trata de 31 armas que se enviaron en los portaaviones HMS Hermes (18) y HMS Invincible (12), mientras que la restante se trasladó mediante un barco de la flota real, llamado Regent.
Por esos días, el gran temor del Ministerio de Defensa inglés era que las "bombas nucleares de profundidad" pudieran "perderse o dañarse y el hecho se hiciera público". Al respecto, aquella cartera dijo en un acta: "Las repercusiones internacionales de tal incidente podrían ser muy dañinas". Por otro lado, en uno de los documentos se señala que no había riesgos de una "explosión de tipo bomba atómica", pero se alertó que, en caso de que un artefacto resultase dañado, podría provocar hasta 50 "muertes adicionales" por cáncer.
Buenos Aires puede reclamar ante organismos internacionales
Luego de esta publicación, la Cancillería argentina señaló que en el 2003 ya sabía algo de este asunto: "El Ministerio de Defensa británico publicó un informe en el que se mencionaba que la fuerza de tarea que se constituyó para ir al Atlántico Sur durante el conflicto de 1982 incluyó navíos equipados con armamento nuclear", dice el texto.
Ese mismo año, Buenos Aires envió una nota de protesta a Londres "manifestando la suma gravedad de la situación". En su momento, solicitó mayores precisiones sobre la presencia del armamento en las Islas Malvinas durante el conflicto bélico y pidió "que se asegure que en forma fehaciente no hay armas nucleares en ningún lugar del Atlántico Sur". Esto, considerando que en 1967 se firmó el Tratado de Tlatelolco, que establece la desnuclearización de América Latina y el Caribe.
Por su parte, Londres negó haber violado el acuerdo y sostuvo que todas las armas regresaron en buen estado. Sin embargo, Argentina lamenta "la reticencia del Reino Unido a brindar información detallada al respecto", y subrayó que en 2003 se confirmó la presencia del armamento nuclear británico.
Con ese marco, la cartera conducida por Santiago Cafiero remarcó que si aparecieran más documentos desclasificados que aporten más información a la ya difundida por medios de prensa, "el Gobierno argentino reiterará su reclamo al Gobierno del Reino Unido". Así, "en el marco de su invariable política contraria a las armas nucleares", la Cancillería adelantó que "prevé plantear esta situación ante los organismos internacionales competentes".
El jefe de la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, anunció que la nación pedirá explicaciones a la Administración de Boris Johnson, no solo por el despliegue realizado en 1982, sino también por la actual presencia de elementos militares en las islas por parte del Reino Unido. "Hay un proceso de militarización creciente de parte del Reino Unido en Malvinas que se manifiesta principalmente en una importante base militar", señaló el funcionario en una entrevista con RT.
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